El caso del policía herido en los sucesos de San Juan, judicializado

El policía nacional Antonio Garcés, herido en los sucesos de San Juan de 2005 tras los que perdió el 98% de la visión en un ojo al verse afectado por la pirotecnia lanzada, ha terminado llamando a la puerta de la justicia. Su historia, que copó protagonismo mediático en cadenas de televisión nacionales, en revistas como Interviú o en este medio, ha quedado judicializada después de presentar denuncia en la Fiscalía y prestar ya declaración esta misma semana en el juzgado de instrucción número 3.

La denuncia se presentó por una supuesta infidelidad en custodia de documentos por funcionario, toda vez que la documental que, sobre su caso, presentó en el Ayuntamiento ha desaparecido. Es decir, no consta archivo alguno sobre Antonio Garcés. El informe que sobre responsabilidad patrimonial fue presentado en el negociado de registro de la Ciudad ha desaparecido. Archivada la vía penal, después de que el juzgado de instrucción número 4 considerara que no había responsabilidad en este ámbito, a Garcés le quedaba como única vía de reclamación la acción civil. Tal y como ha explicado en su declaración presentada en el juzgado esta misma semana, el informe fue presentado en junio de 2011. Poco después recibiría llamada del consejero de Festejos para que presentara la cuantificación de las lesiones sufridas. Unas lesiones que terminaron, incluso, con su carrera policial, tras verse obligado a una jubilación forzosa.
En abril de 2013 se presentó de nuevo los certificados, al ser informado de la sorpresiva pérdida. Y así hasta la fecha. Nunca se obtuvo más respuesta al respecto, salvo la comprobación de que toda la documental, sellada y registrada, se había perdido.
El afectado entiende que el accidente que le causó las heridas fue producto de un anormal funcionamiento de los servicios públicos, ya que la Ciudad era responsable de la contratación de la pirotecnia de San Juan y debía garantizar que no hubiera problemas de ningún tipo.
La defensa de Garcés no ha obtenido aún por parte de la Administración una resolución a su caso, ya que los documentos ni existen, se dan por perdidos, lo que a juicio de esta parte está causando una indefensión para poder ejercer sus derechos a la hora de reclamar por los daños sufridos durante el lanzamiento de cohetes aquella noche, ya que ni tan siquiera se ha abierto un expediente sobre el caso.
Garcés perdió el 98% de la visión al interponerse entre una carcasa pirotécnica no explosionada y las personas que en ese momento se concentraban en la playa.

Del ‘apto’ para el servicio a la salida obligada

La vida del policía Antonio Garcés, quien terminó siendo condecorado en el Patrón de 2010, cambió radicalmente esa noche de San Juan. De estar apto para su trabajo como policía pasó a una jubilación forzosa, viéndose obligado a abandonar el Cuerpo antes de lo previsto. Estuvo destinado en Ceuta desde el año 2003 hasta 2009. De no haber sido jubilado de manera forzosa, hubiera seguido en el Cuerpo Nacional de Policía hasta el año 2022. Estuvo destinado en los zetas, en la comisaría de San José, y la noche del lanzamiento de la pirotecnia estaba junto a otros compañeros en la arena del Chorrillo.