El calendario laboral, aprobado sin el final de Ramadán como festivo

El calendario laboral para 2016 seguirá sin contemplar como festivo el final del Ramadán.

El PP con sus votos evitó que la propuesta alternativa de Caballas (que contemplaba  como festivo la ruptura del ayuno utilizando el festivo de Navidad, que cae en domingo, en vez de pasarlo al lunes 26) saliera adelante, a pesar de que ésta contaba con los votos favorables de MDyC y las abstenciones de PSOE y C’s.
A 24 horas de que se cumpla el plazo para que la Ciudad dé traslado al Ministerio del calendario de festivos que estará vigente en 2016, salió adelante la propuesta defendida únicamente por los populares.  El concejal localista, Juan Luis Aróstegui, lamentó que no se tuviera en cuenta al menos “dos fiestas islámicas” que cobran un importante “sentido espiritual” para el 50% de la población. “No hay ninguna razón que pueda justificar que una de estas dos fechas no esté en el calendario”, lamentó.
La consejera Susana Román intentó deshacer el rizo de las dobles intenciones aclarando que existían “limitaciones” para fijar los festivos, de ahí que no pudiera aceptarse la propuesta localista.
“Hay que tener respeto a la ciudad y su configuración”, bramó Aróstegui. “Nosotros asumimos el riesgo de que no coincida el festivo con la celebración” -situación que se ha repetido en las dos últimas Pascuas del Sacrificio- “pero se trata de males menores ante cuestiones que son de trascendencia”, valoró.
MDyC apoyó la tesis de Caballas, mientras que socialistas y Ciudadanos optaron por abstenerse. El debate se agotó en minutos toda vez que en la bancada popular se tenía muy claro que el rojo en el calendario solo se seguiría manteniendo en la Pascua.
El calendario 2016 contemplará como festivos los tradicionales de Navidad, Año Nuevo y Reyes; Jueves y Viernes Santo además de San Antonio, la Virgen de África, la de la Asunción, la del Pilar, Todos los Santos, la Constitución y la Inmaculada, amén de la Pascua del Sacrificio señalada ya para el 12 de septiembre.
El próximo año se recuperará como festivo el 2 de septiembre porque el 1 de Mayo, al caer en domingo, se celebrará ese día sin pasarlo al lunes 2 de mayo. De esta forma se logrará el intercambio de las festividades sin problema alguno. Fue precisamente este hecho el que causó indignación a Caballas, que se preguntó por qué a la Ciudad no le había supuesto una traba la recuperación del día de la Autonomía en cambio sí consideraba inviable hacer el mismo cambio de festivos por lograr que el final del ayuno viniera marcado en rojo para 2016. Caballas se cuestionó la importancia que dan los ceutíes al día 2 como día de Ceuta. Él mismo se dio la respuesta: ninguna.
La consejera Susana Román quiso recordar que ellos se guían por lo dicho por la Comisión Islámica, que es la que determina cuándo, probablemente, será dicha fiesta. Que se hayan producido errores en los dos últimos años es “ajeno” a la labor de la clase política, recalcó.
El intento de los localistas por variar la configuración del calendario quedará para próximos debates.

Las claves

Día 2, sí
Se utiliza uno de los festivos en domingo
El PP ha recuperado la celebración del Día de Ceuta aprovechando que en 2016 el 1 de Mayo cae en domingo, suprimiendo de esta manera la festividad que sería trasladada al lunes.
Alternativa, no
Caballas proponía lo mismo con el 25-D
Los localistas presentaron como alternativa que el festivo correspondiente al día 25 de diciembre, que también cae en domingo, no se pasara al lunes 26 sino que se guardara para utilizarlo para la festividad del final del ayuno. Esta alternativa, pese a tener la misma base que la del PP, no salió adelante.
Bloques
PP y el resto

Los populares no han contado con apoyo alguno para su propuesta de calendario.

Cuando una matanza da pie a una celebración de todos

El Grupo Caballas decidió retirar ayer del orden del día la propuesta presentada a Pleno para que el Día de Ceuta no se celebre el 2 de septiembre sino que sea el 13 de febrero. Tras un debate de casi una hora, se acordó abordar este asunto de forma reflexiva en otro foro, evitando así un debate público que pudiera generar crispaciones. El propio presidente de la Ciudad, Juan Vivas, intervino en el debate para tildar de “imprudente” y de “no legítimo” que se trajera una propuesta de este calado al Pleno porque podía terminar “alentando” a una parte de la población. “No podemos tirarnos a la piscina sin agua”, denunció, instando tanto a Caballas como al resto de grupos a reflexionar sobre este asunto en otra comisión para “no crear divisiones entre los ceutíes”.
El concejal Juan  Luis Aróstegui aceptó la retirada de la propuesta no sin que antes hubiera espacio para un debate en torno a la conveniencia de una u otra fecha. Caballas lo tiene claro. El Día de Ceuta no puede mantenerse por más tiempo en el 2 de septiembre porque “hay un sector amplio de la población que no acepta que una matanza sea un hecho destacado”, insistió Aróstegui. “Todo es historia, sí, pero debemos preguntarnos qué es destacable y qué no.  No nos podemos sentir orgullosos, lo tenemos que asumir pero poner lo que pasó en su sitio justo”, añadió.
El de Caballas aludió a entidades como el Consejo Rector del IEC que se han posicionado de forma crítica en torno a esta fecha, advirtiendo de que su celebración “ofende a los musulmanes de Ceuta”. Igual que este Consejo ha habido posicionamientos de historiadores, negando la festividad elegida como la más idónea para situar el día de la ciudad por excelencia. “No podemos tener más elementos divisorios en la ciudad, no es bueno seguir a marcha martillo para gloria y satisfacción de los elementos más reaccionarios de la ciudad. Yo no quiero que la historia de mi ciudad empiece como una matanza, no lo quiero festejar”, insistió.
La postura de Caballas fue secundada por el PSOE, cuyo portavoz Manuel Hernández recordó que ese día “se asesinó a gran parte de la población que vivía aquí”, y por MDyC, cuya líder, Fatima Hamed, consideró que la del 13 de febrero era una fecha mucho “más atractiva” como día de Ceuta, evitando así el festejo de una “batalla sangrienta” en la que falleció “la población autóctona, judíos y musulmanes”.
Ciudadanos, por boca de Javier Varga, advirtió al PP del “error” de votar en contra de la propuesta de Caballas, instando a que se reflexionara sobre este asunto en otro ámbito diferente.
Finalmente, el punto que podía haber supuesto un choque frontal entre PP y el bloque de la oposición quedó retirado para un debate posterior “más sosegado” sobre qué fecha es más oportuna.