El atleta caballa Ismael Dris no tiene techo. Tras competir a alto nivel en una de las pruebas más duras del mundo, el Marathon des Sables o Maratón de las Arenas, en pleno desierto del Sahara, cruzará el Atlántico para competir en Costa Rica.
Comenzó poniéndose a prueba en una competición dividida en seis etapas que recorrían 250 kilómetros en las condiciones más exigentes que se puedan imaginar, con el desierto como telón de fondo y cargando con su propia comida y bebida.
Tras un debut en el que sufrió, y a pesar de que se prometió no repetir, lo hizo sorprendiendo a propios y extraños, situándose en la élite de la prueba, con más de 800 participantes de todo el mundo, y en donde el ceutí llegó a entrar entre los diez mejores (10º).
Quizás por haber superado este reto, Ismael ha decidido viajar siete horas de avión para competir en el The Coastal Challenge de Costa Rica.
De seis años de vida, esta prueba guarda unas características similares al Maratón de las Arenas, con 225 kilómetros a superar divididas en seis etapas de entre 20 y 65 kilómetros.
Eso sí, en este caso no se trata de una carrera de autosuficiencia, sino que dispone de puntos de avituallamiento a lo largo de los recorridos y campamentos al final de las etapas situados en parajes de ensueño.
Los participantes tendrán que llevar consigo una bolsa de transporte impermeable o una caja de plástico para llevar el material personal que ha de incluir una tienda de camping para dormir en los citados campamentos.
"Es una experiencia que quiero probar", contaba el propio Ismael, que tomará parte en una prueba en la que "puedes encontrarte de todo, hasta animales salvajes. Será emocionante".
Ismael reconoce que nunca antes ha pisado nada parecido a una selva. "Lo más que he hecho es ir al Monte Hacho en la Mochila", señala, aunque puntualizando que "me gustan los retos y éste es de los mejores".
La única preocupación de Ismael es el paso por la frontera de Estados Unidos. "Cuando vean mi pasaporte con tantos sellos de Marruecos y mi nombre...", pero se lo toma con filosofía, fiel a su carácter alegre, "ahí comenzará la aventura".