El oleaje está arrastrando parte de la arena depositada en el último espigón de Juan XXIII que presentaba ayer una coloración rojiza por el constante aporte de material y provocó la duda de algunos bañistas que el pasado fin de semana se dieron el primer baño de la temporada. La actuación de la Dirección General de Costas responde a la reposición del granulado perdido durante los últimos temporales.