El último informe de Randstad indica que el motivo es la percepción de inseguridad laboral que tienen los empleados, lo que les empuja a buscar otra alternativa El 33 por ciento de los trabajadores ceutíes admite que busca un nuevo empleo, según el Informe Workmonitor de Randstad, que deja ver que Ceuta es la autonomía que está a la cabeza en cuanto al número de trabajadores que admite que busca un empleo fuera de su actual empresa. Le sigue Extremadura (30 por ciento), Castilla La Mancha (19) y Madrid (17).
El motivo de la búsqueda de este nuevo empleo, tal y como recoge el estudio, es la percepción de inseguridad laboral que tienen muchos trabajadores ceutíes en su actual empresa, por lo que “tratan de buscar la seguridad en otra para mejorar su situación”.
En el conjunto del país, sólo el 12 por ciento de los trabajadores admite que busca un nuevo empleo. Esta variable, que se mantiene relativamente estable desde los últimos dos años, ha modificado también algunos hábitos no sólo de los trabajadores, sino también de las empresas, ya que pese a la actual tasa de paro, que se sitúa en el 20,89 por ciento, el nivel de contrataciones ha disminuido un 23 por ciento desde julio de 2007 hasta el mismo mes de este año, según datos registrados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Los que menos buscan un nuevo trabajo son los aragoneses (4 por ciento), valencianos (6), Castellano-leones (6) y canarios (6).
En los últimos seis meses estos datos se corroboran porque sólo un 13,2 por ciento de los profesionales españoles en activo admite que ha cambiado de trabajo durante los últimos seis meses del año, según el Informe Workmonitor, quien además asegura que el miedo a perder el empleo ha llevado a la mayoría a optar por desarrollar su carrera profesional en el seno de su actual empresa.
En cuanto al género no hay diferencias, ya que es la misma proporción de hombres que de mujeres las que se encuentran actualmente buscando un empleo nuevo, es decir, un 12 por ciento de los encuestados, pero donde si se encuentran contrastes es en materia de edad.
Los profesionales que con mayor énfasis reconocen que están buscando un empleo nuevo son los que se encuentran en la horquilla de edad que va de los 34 a los 44 años de edad (13 por ciento), mientras que en el lado contrario se sitúan aquellos profesionales que se encuentran entre los 55 y los 64 años, es decir, quienes se sitúan más cerca de la jubilación y que sólo admiten esta consideración en un 5 por ciento.
A más formación, más tranquilidad El informe recoge también que los profesionales españoles con un nivel bajo de educación son los que se muestran más dispuestos a buscar un trabajo nuevo, un 14 por ciento, mientras que los que tienen estudios universitarios sólo lo reconocen en un 8 por ciento, una cifra muy baja y que indica el cambio de hábitos de los españoles en esta materia. De esta manera, se podría afirmar que los puestos de trabajo en los que se refiere una formación universitaria ofrecen una mayor seguridad laboral a los trabajadores, frente a los que no requieren formación alguna, donde parece que hay más inseguridad.