Algunos no lo querrán ver, pero se están gestando y mostrando necesidades globales, hace años, a las que dar respuesta. Aparecen naciones emergentes desde el punto de vista de los buenos resultados económicos, Brasil, India, China, a modo de muestra. La vieja Europa las está pasando canutas no siéndolo menos el imperio Obama. La crisis financiera sigue succionando de las clases cada vez menos medias, estructurando un desempleo galopante, una desprotección social inimaginable por nuestros padres. El Estado del “mal estar” da paso a las privatizaciones, argumentando el “dominante”, más necesarias que nunca.
Deslocalizaciones en busca del rendimiento a menor plus para quien da el trabajo, cierres, ajustes, recortes, reestructuraciones... se embarcan en un 2011 de difícil anclaje e incierto puerto.
Y tras los incumplimientos y falsas promesas de Kyoto, llegó Cancún para decir lo mismo, que el planeta se sigue calentando, al igual que nuestros ánimos, que es necesario un nuevo enfoque a las formas de explotación y producción, por insostenible. Pero los intereses de los que ven solo el rédito a corto plazo hacen inamovibles las directrices y actuaciones que se siguen dilatando en el tiempo, llevándonos a un ‘quizá ya sea tarde’ o como seguro, mucho más costoso de solucionar. La dependencia del crudo sin apostar decididamente por las ‘renovables’ o menos contaminantes, el debate inconcluso y cobarde sobre ‘las nucleares’, una política de ‘a la paz por el desarme y rearme de las conciencias’, una medicina y medicamientos de uso y disfrute universal, que palie enfermedad y hambres... hay tanto por hacer a lo que el Sistema da la espalda, más pendientes del índice bursátil ‘x’ o el bono ‘y’ sea en Tokyo o en el Wall Street.
Los focos de guerra, los fanatismos, la intolerancia, los derechos universales solo lo son para unos, pues para otros prevalece la ‘sagrada religión y los principios desfasados’. La mujer sigue siendo lapidada, maltratada, explotada sexualmente, discriminada laboralmente. Algunas iglesias defendiendo sus privilegios históricos y justificando desvíos inmorales por males incrustados en la sociedad y su mal ejemplo, que no han sabido neutralizar y dar ejemplo, siendo por mortales, pobrecitos, contagiados. La educación se materializa, desdibuja de valores, competencia desleal, culto a Don Dinero y fácil y el vale todo a costa de cualquier medio, el pelotazo, los efectos de la burbuja inmobiliaria hispana y el blanqueo de capital sin atajar de raíz, tantos Gurteles y Malayas, manda la economía y a su servicio la política encorsetada, sin capacidad de libre decisión, pues se impone el marco de intereses de los más pudientes y falsos salvadores.
Pero uno tiene la ilusión de que después de temporales ha de llegar la calma, la serenidad, el equilibrio en la sinrazón, y a nosotros, a las clases populares, nos corresponde romper la pasividad de acción, pues con la sumisión y el discurso de queja interior o de bar y amiguetes, mal andamos. Si tienen que caer ídolos de barro y gobiernos de pacotilla y alterantes de ocasión, pues que purguen sus causas, sus desviaciones y connivencias. Puede que de todo esto, vayamos pasito a pasito, sacando algo bueno, quizás menos pagas vitalicias e innobles ejemplos de tanto vividor e insolidarios personajes, que se han asegurado el condumio sin estrecheces de cinturón. No por ello procede dejar de pensar y actuar, pensando que otros muchos permanecen más vilipendiados y sin el control de tantos dioses, más bien endiablados mundanos. Son carne de cañón, el precio a pagar para que una minoría pueda seguir disfrutando de ‘Versace’ y armiños, riendo y siendo portada, ellos, como niños...