La viceconsejera de Educación, Rocío Salcedo, respondió ayer a las acusaciones de Fatima Hamed, diputada no adscrita, a propósito de las arbitrariedades en la asignación de plazas de guarderías y escuelas de infantil cuyas solicitudes fueron presentadas fuera de plazo, donde la política dejaba en el aire que su número podría ser elevado.
Esta representante de la Ciudad hizo balance tras revisar y analizar todos los expedientes fuera de plazo.
Salcedo comunicó ayer que, de los 740 expedientes presentados en esta convocatoria, “solo el 0,08 por ciento de las adjudicaciones fue por error”. Esta cifra, “que no llega ni a una décima”, equivale a seis expedientes: uno a causa de un “error de mecanización” –cursada seis días tarde– y los cinco restantes por una “incorrecta interpretación entre el órgano instructor y el Registro”, los cuales se van a “subsanar de oficio”
Este segundo motivo significa que las familias que solicitaron cita previa el último día de la convocatoria (21), fueron atendidas a la jornada siguiente (22), es decir, fuera de plazo; y además, “ese día (22) acudieron a Registro personas sin cita que querían presentar su solicitud”, expuso la viceconsejera del área, quien señaló que ahí se encuentra ese error de interpretación, “en que se mezclaron las peticiones de ambos días”.
De esas seis familias, Educación ha contactado con dos de ellas, “que no han manifestado que quieran acudir a las guarderías o las escuelas infantiles”, aclaró Salcedo; y las cuatro restantes “no pueden ocuparlas porque ha sido un error administrativo”. Estas plazas pasarán a quienes les corresponda por lista de espera.
Y el próximo curso, ¿podrá volver a ocurrir lo mismo? “Por supuesto que vamos a coordinarnos con el Registro y estableceremos todos los mecanismos oportunos para que estos errores no se vuelvan a cometer en próximas convocatorias sea cual sea su objeto”, concluyó Salcedo.
Tras aportar estos datos, esta portavoz del Gobierno lamentó que Hamed, “después de tres años, tenga que sacar rédito político a errores fácilmente subsanables que, por supuesto, se van a corregir de oficio porque las personas cometen errores”.
En cuanto a las críticas vertidas por Hamed, la viceconsejera respondió con una frase: “Que critique mi vida política cuando la suya sea un ejemplo para su partido y, en este caso, no lo es”. Asimismo, instó a la diputada a que, “como ella exige respeto en los plenos, que lo ponga en práctica porque el término inepta con el que se ha referido a mí, por mi gestión, tiene muchos sinónimos. Respeto sí, pero para todos”.
La viceconsejera rechazó cualquier “caso de enchufismo”, defendió la “transparencia tanto del proceso como del órgano instructor” y reprochó a Hamed su “postura demagógica”.