La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, dejó claro al presidente Vivas el compromiso que existe para sacar adelante la clínica de radioterapia. Un compromiso que viene a dejar con las posaderas al aire al director general de Ingesa, José Julián Díaz Melguizo, el responsable más nefasto que ha podido pasar por los territorios sobre los que el Gobierno aún mantiene las competencias sanitarias: las dos ciudades hermanas.
El señor Melguizo le endosó un gol en forma de caramelo envenenado sin venir a cuento al presidente de la Ciudad, al manifestar a los medios de comunicación que nada sabía Ingesa de este proyecto hasta el punto de desconocer que habían existido reuniones con compromisos para sacar adelante la clínica.
Siendo este un asunto muy sensible en una tierra en la que los enfermos de cáncer son obligados a cruzar el Estrecho para recibir este tratamiento, Vivas ha recibido una de las peores puñaladas, toda vez que existe un acuerdo plenario y miles de firmas que avalan el compromiso que dio la Ciudad para terminar con esta agonía.
"Dolors Montserrat tiene a un claro incompetente frente a la Dirección General de Ingesa"
Ahora la ministra de Sanidad ha confirmado en una reunión con Vivas que sí, que existe el compromiso de sacar adelante este proyecto, que la apuesta es “firme”. Pero ese compromiso no puede quedar así. Dolors Montserrat tiene a un claro incompetente al frente de la Dirección General de Ingesa. Un incompetente que se permite el lujo no solo de dejar en mal lugar a la Ciudad sino de cargarse de un plumazo toda la hoja de ruta sobre la que se ha estado trabajando en Ceuta.
¿Es esta la autoridad que se preocupa de los asuntos sanitarios en Ceuta y Melilla?, ¿tan enterado está de lo que se cuece en esta tierra que es capaz de ‘hacerse el nuevo’ hasta el punto de desconocer encuentros auspiciados por su propia área de responsabilidad?, ¿cómo se le llama a esto? Los ceutíes no nos merecemos estos engaños ni estos cargos de sueldo de millonario que son capaces de generar este tipo de polémicas.
No. Esto no es un juego de niños. Si el compromiso del Ministerio pasa por la confirmación del proyecto de construcción de la clínica no debe pasar por alto la actitud de un máximo responsable de Ingesa que ha jugado con esta ciudad, que ha generado una polémica sin sentido y que ha hecho gala de no enterarse de lo que es su responsabilidad. Su dimisión debería ser un hecho.