Ya sabemos que se ha hablado mucho de la integración de Ceuta y Melilla en la Unión Aduanera. La última vez, durante el encuentro que mantuvieron los presidentes de ambas ciudades donde decidieron el establecimiento de una hoja de ruta. Vuelve el asunto a ponerse encima de la mesa como consecuencia de una respuesta parlamentaria que el Gobierno de la Nación ha realizado a una pregunta de una diputada socialista.
Es el mundo al revés, porque no se dice nada de nada y además hasta la lían más de la cuenta. Igualmente han dado una respuesta que el mismo Hernández considera obvia. La verdad es que esa integración está en manos de los gobiernos de Ceuta y Melilla, dos Ejecutivos que contarán con el beneplácito de partidos de la oposición, empresarios y sindicatos antes de dar un sí definitivo.
Y, por supuesto, nadie se moverá si, desde luego, no se cumplen con las condiciones que todos conocemos: sí a la integración pero con el objetivo de que no varíen las ventajas económicas y fiscales de Ceuta, además de otra serie de peticiones.
En Canarias se llegó a una solución, hubo determinación del gobierno central y Canario, ¿que pasa con Ceuta y Melilla? ¿Hay que pedir permiso?