La situación de los barracones del Sardinero ya no es sostenible. El lugar no sólo se ha convertido en la residencia ilegal de personas sin techo y migrantes, sino que ahora es un foco de inseguridad y peligros.
Los vecinos ya no saben que hacer y las autoridades no dan una solución al respecto. Ayer los Bomberos acudieron hasta en dos ocasiones a sofocar los incendios provocados por los mismos ocupantes de estas naves.
Rencillas y peleas que derivan en la quema de enseres y colchones, poniendo en grave riesgo a todo el entorno del Sardinero. Junto a estos barracones, bloques de viviendas de ciudadanos de Ceuta que sólo quieren una vida normal, sin tener que lidiar cada día con situaciones desagradables y el miedo de que ocurra alguna desgracia.
Pese a las intervenciones de la policía, la última hace menos de un mes, la ocupación de las naves continúa sin que se ataje el problema de raíz. Montones de basura y un foco de insalubridad donde muchos menores extranjeros encuentran cobijo.
Para algunos un hogar y para otros un foco de peligrosidad. No obstante, no se puede mirar a otro lado ante esta situación, que cada vez tensa más la relación entre vecinos y ocupantes.
Los vecinos quieren una solución, quieren que estos barracones se limpien y se tapien, quieren volver a tender la ropa en sus balcones y dejar las ventanas abiertas sin temor a que sus casas se llenen con el humo negro de algún incendio de basura provocado en el interior de las naves. Por otra parte, se debe velar por la seguridad de los vecinos y también de los menores que se alojan en este lugar.
La ciudad no puede tener un recinto donde menores extranjeros están expuestos a peligros que también se trasladan a los vecinos y la autoridad no haga nada al respecto.