Ambulancias, palos, piedras, gritos, detenciones...La noche ha sido complicada en
Castillejos, escenario de la devolución del caos que durante esta semana se ha vivido en Ceuta. Como un auténtico efecto boomerang, el pueblo marroquí ha estallado contra las mismas fuerzas de seguridad que les impedían llegar a Ceuta. Y así ha sido, porque nadie ha pasado esta noche a nuestra ciudad, tal y como ha confirmado la Delegación del Gobierno. Ciudadanos llegados de distintos puntos de
Marruecos, animados por el efecto llamada de que podrían cruzar a Ceuta, se topaban con el muro infranqueable de los mismos agentes que hacía solo unas horas les habían incluso alentado a escapar. Ese veto al pase hizo estallar a todo un pueblo convirtiendo Castillejos en un auténtico caos. Desde Tánger o Tetuán, entre otros puntos, han llegado a Castillejos miles de personas que querían entrar en Ceuta. La revuelta empezó con piedras, a las que siguieron quemas de ruedas y cortes de carretera. Lejos de contenerse el problema, fue a más, produciéndose duros enfrentamientos entre ambos lados, que dejaron heridos, alguno de consideración. Han sonado las sirenas de las ambulancias, el ruido también de los gritos de las decenas de personas que gritaban en forma de queja. Los disturbios se han producido ante la desesperación de que sean estas personas las que se quedaran a las puertas. Se han visto hogueras. El enfado en Castillejos era notorio. Es una ciudad que llevaba meses pasando penurias, hambre y dolor. Ahora sí se han visto a las fuerzas marroquíes golpear -algunos con contundencia- a quienes querían acercarse a Ceuta. Actúan sin problemas, sin miramientos, todo lo contrario a lo que hicieron el lunes y el martes permitiendo la masiva entrada de sus nacionales a nuestra ciudad aún a riesgo de que se jugaran la vida. Las calles de una ciudad que lleva pasando penurias especialmente en los últimos 14 meses -con el cierre total de la frontera por la pandemia- se convirtieron en un 'campo de batalla' especialmente en las últimas horas de este miércoles. Todo ello se refleja en los datos oficiales que ha facilitado
la Delegación del Gobierno: ni una sola entrada en Ceuta en esta última noche. Marruecos ahora no deja pasar a nadie. Lo hace con contundencia.
