El dueño de la finca denunciada en Virgen del Valle niega los ‘cargos’

• Juan de Dios García afirma que la denuncia viene de un vecino con el que hace años mantiene una disputa

Ni tiene quince perros ni cinco. Los canes, cuatro concretamente, están atendidos todos los días, tienen agua y comida y se les está construyendo unos cheniles nuevos cumpliendo estrictamente con la normativa y las directrices del área de Sanidad de la Ciudad Autónoma. Juan de Dios García es el vecino al que supuestamente han denunciado en la barriada Virgen del Valle por la insalubridad de una finca en la que tiene perros. El afectado por esa denuncia, que fue publicada por El Faro el pasado jueves, asegura que ésta procede de un vecino con el que no mantiene buenas relaciones desde hace años.

No obstante, desde Sanidad afirmaron conocer este caso, en el que los canes vivían en situación de semiabandono, y que calificaron como “muy grave” confirmando la existencia de un expediente abierto y que afectaría a tres consejerías, Medio Ambiente, Fomento y la propia Sanidad. El hombre no niega que existan esos expedientes si bien la denuncia de este vecino no se ajusta a la realidad. La realidad, según explicó a El Faro, es que está construyendo los cheniles bajo las directrices marcadas por Sanidad.

“Lo que pasa es que la obra que podía haber hecho en unos días, la tengo que hacer poco a poco porque estoy en el paro”, explica. Además, recuerda que cuando en la finca “se presentó” la Policía Local y Sanidad Animal efectivamente la obra estaba empezada, pero presentó los papeles con la autorización solicitada y que después fue aprobada, añade Juan de Dios.

Igualmente, asegura que sus perros están bien cuidados y niega que sean quince, como denuncia el vecino de la vivienda contigua a su finca. “Tengo cuatro porque me dedico a adiestrarlos y donarlos a la Policía Nacional o a la Guardia Civil”, indica Juan de Dios, que asegura que compra 60 kilos de pienso mensuales para sus cuatro perros. Y además están sanos. Todos tienen su cartilla de vacunaciones al día y en su chenil tienen su cubo de agua y su comida. Es más, Juan de Dios asegura que el vecino “no puede ver desde su casa si los perros tienen agua o comida porque están dentro del chenil y no se puede ver”. Por tanto, recalca que los canes ni están abandonados ni hay malos olores en la finca de los que se quejen los vecinos. “Fueron los vecinos los que me avisaron que este hombre había venido al periódico”, explica.

El origen de las desavenencias con este vecino de la calle José del Valle viene porque éste “abrió una ventana en el muro de linde” de su vivienda, lo que es ilegal, insiste Juan de Dios. Desde entonces, este hombre asegura que las relaciones no han sido buenas. Incluso asegura que quiso “tapiarle” una ventana de ventilación del garaje.