“Nos sentimos discriminados. Solo se llevan a españoles de origen. Mi hermana tiene nacionalidad española y yo tengo residencia comunitaria, pero no nos han llamado para el vuelo del jueves desde Casablanca hasta Madrid”. M.Amin Zoubairi y Muna Zoubairi son dos hermanos residentes en Ibiza, pero desde hace dos meses están atrapados en su país de origen, Marruecos.
Los dos viajaron el pasado 12 de marzo en avión desde Ibiza a Madrid y de ahí a Tánger para ver a su madre, que se encuentra enferma y en casa en la que están desde entonces. “Vinimos por unos días, pero no pudimos volver debido al COVID-19”, comentó Amin.
Ese mismo día se fueron para la frontera del Tarajal, pero solo dejaban pasar a los españoles de origen, por lo que se quedaron en el lado marroquí, sin poder cruzar.
“Llevamos aquí 50 días y sin ninguna solución. Estamos en contacto con el Consulado Español en Tetuán. Mi hermana está en lista de espera desde antes del primer vuelo del 3 de abril, pero nada. A mí me dicen que de momento solo españoles de origen y si sobran sitios marroquíes nacionalizados. Los residentes comunitarios de momento nada de nada”, continuó.
Pero para Amin un solo vuelo no es suficiente. “Somos más de 2.000 marroquíes residentes en España atrapados en Marruecos sin poder salir y nuestra casa está en España. Ahí vivimos, tenemos nuestras vidas, nuestros hijos y nuestras mujeres. Queremos volver a nuestra residencia en España. Es desesperante”, confesó.
La solución para él es muy fácil. “Uno o dos barcos de Tánger a Algeciras y dos aviones más y se acabó el problema”, comentó. “Esta situación no puede seguir así. Los recursos económicos se están agotado, las facturas, recibos de luz, agua y teléfono en España se acumulan y hay que pagarlos”, explicó.
“Nos sentimos discriminados por los dos gobiernos. Estamos en tierra de nadie. Ni somos españoles ni somos marroquíes. Somos marroquíes sí y siempre lo seremos, pero en nuestro pasaporte pone que vivimos en España. Ahora mismo, somos turistas en nuestro país”, prosiguió en esta entrevista.
“Esta situación no puede seguir así. Los recursos económicos se están agotando”
Además, se siente muy triste por estar pasando el Ramadán lejos de su mujer y sus hijos y dejarlos “desamparados” en Ibiza. “Mi hija de 3 años le dice a su mama: Papá nos ha abandonado . Eso es muy duro”, concluyó.
Por su parte, a Hamza El Khadimi, un joven de 26 años vendedor ambulante que vive desde hace 15 en Puerto de Lumbreras (Murcia) tampoco le ha llamado la Embajada ni Iberia para poder volver en el vuelo de este jueves.
El pasado 5 de marzo viajó con su coche hasta Algeciras, donde cogió el barco para Ceuta y de ahí continuó el viaje con su coche hasta Fquih Ben Salah para “recoger unos documentos”. Junto a él viajó la mujer de un amigo, Fatima Zaherra, con sus dos hijos pequeños, Malak y Soulayman.
En el camino de vuelta a España “me llamó un amigo y me dijo que la frontera ya estaba cerrada”. Entonces, llamó a la Embajada y “me dijeron que tenía que esperar”. “Un par de días más tarde, me enteré que estaban dejando pasar a gente y llamé otra vez y me dijeron que solo a los españoles. Desde entonces, no me han ofrecido ninguna solución”, contó.
Por ello, ya lleva dos meses en una casa que tiene su padre allí puesto que no le queda dinero, ni comida, “solo lo que me manda mi padre”.
“Solo pido que nos dejen volver a nuestra casa, a nuestro trabajo. Yo aquí no tengo nada. Me he quedado sin dinero y encima he dejado mis padres solos y son mayores”, concluyó.
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