Primer atraco resuelto por la vía policial; el segundo bajo investigación
La Policía Nacional ha resuelto uno de los dos atracos registrados en menos de 24 horas a conductores de autobuses, que dejaron como víctimas colaterales a los ocupantes de esos vehículos. Dos menores son los implicados en el atraco que se cometió en Loma Colmenar y a ellos la Policía les intervino un subfusil de asalto simulado. A los dos se les acusa de robo con violencia y lesiones menos graves (al conductor y una pasajera afectados después de que hicieron uso de un spray pimienta), siendo interceptados en Casas Nuevas, en el barrio del Príncipe Alfonso de madrugada tras un amplio dispositivo policial. La pareja abordó el autobús en Loma Colmenar, uno subió al vehículo y cuando hacía como que iba a pagar el ticket roció con un spray de gas pimienta que produjo irritación en los ojos al conductor y a una pasajera. El otro implicado, con un arma larga que resultó ser simulada, se subió al vehículo aprovechando esa confusión encañonando a los dos ocupantes para que le entregaran todo lo que tenían. El chofer le quiso arrebatar el bote de spray lo que provocó que ambos cacos escaparan temerosos de ser interceptados. La rápida reacción del conductor cerrando las puertas evitó que la pareja volviera a entrar, porque ese era su propósito. Los dos menores fueron detenidos, interviniéndose el subfusil de asalto simulado modelo Colt M4. El arresto de uno llevó al del otro, contándose con la colaboración de familiares de uno de los menores tanto para que se entregara como para que confesara el arma simulada empleada (solo sirve para detonar), que guardaba en su casa y que ya ha sido entregada a la Científica para que estudie su origen y peritaje. Ahora queda por saber quiénes son los que han cometido el segundo de los atracos, cometido en el Príncipe, en el que se vieron implicados cuatro jóvenes encapuchados que portaban un hacha y una pistola y que también actuaron contra uno de los conductores de la línea. “Llegaron a hacer el gesto de montar la pistola y prepararla para disparar”, dice la Jefatura Superior. “Una manipulación que produce un fuerte ruido y se hace para intimidar al resto de pasajeros”, ha aclarado. En ese momento había siete personas en el bus.