Uno de los dos marroquíes detenido en la mañana de este viernes por componentes de la Compañía Fiscal de la Guardia Civil, cuando pretendía embarcar con 51 kilos de hachís ocultos en su coche, ingresó hoy en prisión provisional a la espera de juicio. En sede judicial asumió toda la culpa del delito contra la salud pública que fue abortado por los componentes del Instituto Armado, reconociendo por tanto que su propósito pasaba por embarcar el hachís a la península para su tráfico. Con sus manifestaciones exculpó al compañero que iba con él, que nada tenía que ver con este delito.
Tras su manifestación, el juez ha ordenado su entrada en prisión provisional a la espera de juicio, que se celebrará en los Penales. El otro detenido fue puesto en libertad.
Tal y como informó el Instituto Armado, ambos fueron interceptados por los agentes de servicio cuando iban a embarcar con 51 kilos de hachís ocultos en el depósito de combustible, buscando de esta manera que los canes del Cinológico no detectaran la sustancia.
No fue así y de inmediato los agentes detuvieron a los llamados M.M. y M.A., de 39 y 52 años respectivamente. Ambos, con pasaporte marroquí y únicos ocupantes del coche que quedó también intervenido por la Benemérita, constándole matrícula de Marruecos.
Tras el registro exhaustivo se dio con la cantidad exacta de droga: 51 kilos, preparados además para su introducción y reparto en el mercado negro vinculado a los narcóticos. Se quería aprovechar el embarque en uno de los ferry con destino a Algeciras para facilitar la introducción de esa mercancía.