Las autoridades marroquíes sospechan de la operatividad de una panda organizada en la introducción de hachís a pequeña escala en Ceuta, a través de la frontera del Tarajal. En una misma jornada y en intervenciones consecutivas, los aduaneros detuvieron a los conductores de dos motocicletas en donde se ocultaban pequeños lotes de hachís. Uno de los detenidos fue detenido con 2,2 kilos de hachís en su moto. Se trata de un marroquí residente en el extranjero que intentaba cruzar el paso fronterizo a las 7.30 horas cuando fue descubierto por las fuerzas de seguridad vecinas. En la intervención quedó intervenida la motocicleta. Una hora después se repetía la misma historia: un marroquí con residencia en Europa intentaba entrar ocultando 8,5 kilos de hachís en su moto. Las fuentes aduaneras informan de la posible existencia de una red de tráfico de drogas que usa este tipo de pases para colar la mercancía en la ciudad. La inteligencia marroquí está investigando esta cadena de sucesos, sobre todo porque además de los pases de hachís se ha interceptado a dos personas más con importantes cantidades de dinero en su poder que pretendían sacar, sin declarar, por la frontera. Se trata de un hombre al que se les descubrieron 26.000 euros escondidos en su coche, de los que no pudo aclarar su procedencia, y de otro marroquí que tenía 58.600 euros ocultos debajo de su ropa interior. Tanto el dinero como los vehículos usados por sus portadores han quedado intervenidos hasta que se aclare el origen de las cantidades.