Dos encapuchados disparan a los ocupantes de un coche a los que querían atracar

Dos jóvenes marroquíes se convirtieron ayer en víctimas de un intento de atraco caracterizado por las excesivas dosis de violencia empleada por los delincuentes. Sucedía pasadas las cinco de la mañana en la Almadraba, en las cercanías de la capilla dedicada a la Virgen del Carmen.

En el interior de un coche se encontraba la pareja esperando a que abriera uno de los negocios allí ubicados para realizar unas operaciones comerciales. Una espera que se vio violentamente truncada por la aparición de dos individuos que, con los rostros completamente tapados con capuchas, y con armas blancas en su poder tipo catana, intentaron atracarles.
Tal y como han denunciado las víctimas, intentaron evitar la agresión subiendo las ventanillas para impedir que los atracadores les hirieran con las catanas. A quien ocupaba el asiento del conductor no le alcanzaron pero sí a quien se encontraba de copiloto, que sufrió un pequeño corte en la ceja. “Lo grave hubiera sido que en vez de darle en la ceja le hubieran sacado un ojo, o le hubieran alcanzado en la yugular... Entonces lo matan”, advertía un compañero de las víctimas.
La agresión no quedó ahí, ya que en el momento en que escapaban del lugar en el coche, uno de los encapuchados hizo uso de su pistola efectuando varios disparos. Uno de ellos alcanzó al vehículo, quedando su marca en la parte trasera del coche. La bala, que obraba en poder de las víctimas, fue entregada en la Jefatura Superior, en donde se presentó la oportuna denuncia por los hechos.
Tras el suceso la pareja se dio a la fuga, escapando en dirección al Príncipe.
Lo sucedido ayer no es un caso aleatorio. El entorno de la Almadraba a la frontera se ha convertido en una zona marcada por la inseguridad. Los atracos están a la orden del día, no así las denuncias. Todos ellos vienen definidos por las mismas características: son realizados por encapuchados y hacen uso o bien de espadas o bien de armas de fuego.
La violencia de la que hacen gala es evidente, sin reparar en amedrentar a sus víctimas disparándoles. En la zona en donde ayer se intentó el atraco a esta pareja ya ha habido más incidentes. El más grave el ocurrido hace un año cuando un encapuchado tiroteó al empleado de una agencia de viajes para quitarle el dinero. Todavía no ha sido detenido, al igual que los autores de los robos que se han estado realizando este verano en la zona del Tarajal contra turistas, sobre todo marroquíes, y que ya fueron denunciados por este medio.
Las víctimas de este último suceso no han podido aportar descripción física alguna de los delincuentes ya que tenían los rostros tapados. Vestían ropa deportiva y, por su fisonomía, se trataba de gente joven, de mediana altura y complexión delgada.