Los vecinos de la calle Juan I de Portugal, la vía que circunda la zona trasera del antiguo hospital de la Cruz Roja, salieron ayer de sus casas sobresaltados tras escuchar un tremendo golpe. Un vehículo maca Audi, del que su conductor había perdido el control por la elevada velocidad a la que circulaba, acababa de saltar por el aire
recorriendo un buen trecho antes de estamparse contra el frontal de otro que circulaba en sentido contrario. En el aparatoso accidente se verían implicados otros dos automóviles más –uno de ellos aparcado y sin nadie en su interior– aunque no se registraron heridos de gravedad. El suceso, sin embargo, iba más allá de una mera colisión múltiple: acabó con dos detenidos por darse a la fuga, arrojar a una mujer en marcha del coche y provocar un accidente en el que, casi de milagro, no hubo víctimas.
Unos minutos antes de salir despedidos y acabar en comisaria, sobre las 14:00, los dos arrestados circulaban hacia el centro de la ciudad desde la carretera del Hacho. Según la versión que han aportado a El Faro varios testigos, en su recorrido hicieron una parada a la altura del Parque de San Amaro, donde recogieron a una mujer que acabaría recorriendo pocos metros en el interior del vehículo. A partir de ahí, con los tres a bordo, emprendieron de nuevo la marcha, pero los agentes de un zeta de la Policía Nacional, de patrulla por la zona, advirtieron un comportamiento extraño entre los ocupantes y una conducción temeraria que podría ser peligrosa, por lo que procedieron a darle el alto. En lugar de detenerse,el conductor aceleró a gran velocidad y se dio a la fuga. Ante la sorpresa de los policías y de los viandantes, una de las puertas se abrió y la mujer fue arrojada en marcha, cayendo sobre el asfalto. Al cierre de esta edición, ni los servicios de Emergencias ni el Ingesa habían facilitado parte alguno sobre las posibles lesiones sufridas en la caída.
Mientras, el vehículo se había dado ya a la fuga. En su huida giró hacia la izquierda, en dirección a la calle Juan I de Portugal, pero la elevada velocidad a la que circulaba acabó frustrando sus planes. El conductor perdió de forma definitiva el control del coche, que se precipitó sobre el bordillo del carril contrario y salió despedido por el aire, cayendo de nuevo sobre la calzada hasta estrellarse contra un Honda CR-V que en ese momento circulaba hacia él con dos ocupantes en su interior. Este último sufriría también el golpe en cadena de un tercer automóvil, un Volkswagen Polo que se aproximaba a escasos metros por detrás. El cuarto implicado fue un Mitsubishi Pajero que se encontraba aparcado justo en la curva del popular Maresco, justo el lugar hasta donde voló el Audi que conducían los detenidos.
El vehículo, destrozado y tumbado sobre uno de sus laterales, quedó sobre la calzada y sus ocupantes atrapados durante unos minutos. Los agentes de la Policía Nacional que les perseguían acordonaron la zona y avisaron a los servicios de Emergencias, que se personaron en la zona. Ni el conductor ni su compañero sufrieron heridas de gravedad. De hecho, fueron atendidos en el lugar y las contusiones no hacían pensar a los facultativos que precisaran atención urgente. También se desplazaron dos unidades del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), con diez efectivos a bordo, pero cuando llegaron hasta el lugar ya habían sido liberados y no fue necesaria su intervención, que se limitó a colaborar en colocar de nuevo el vehículo sobre sus cuatro ruedas y a despejar la vía de los restos del accidente que habían quedado desperdigados por el asfalto. La Policía Local también participó de forma activa con más de una decena de agentes y varios vehículos.
Con los detenidos camino de comisaria, donde se les sometió a la prueba de alcoholemia, una grúa se encargaba de retirar el Audi, que a media tarde estaba ya aparcado junto a la Jefatura del Paseo Colón. Los conductores de los otros dos vehículos, el Honda que sufrió el impacto directo y cuyo frontal derecho quedó totalmente destrozado, y el del Volkswagen, también con el capó hecho añicos, intentaban sacudirse el susto. “Ha sido todo muy rápido. Se ve que en lugar de coger la curva como debía, lo ha hecho a mucha velocidad y ha venido contra mí. Ni lo he visto, ha sido en cuestión de segundos”, relataba ayer el propietario mientras atendía las indicaciones de los policías. El todoterreno quedaría finalmente aparcado apenas unos metros detrás del lugar del impacto y no sería retirado hasta unas horas más tarde. El joven propietario del Polo reconocía haber sentido “miedo” y “mucho susto”, aunque celebraba “que al menos no ha pasado nada grave”. También relataba el pánico de una mujer que en esos momentos caminaba por la acera y que llegó a pensar que el vehículo que saltó por los aires acabaría impactando contra ella.
Los detenidos podrían enfrentarse ahora a la acusación de conducción temeraria y a un delito de lesiones, las causadas a la mujer arrojada desde el vehículo en marcha. También queda por determinar el resultado de la prueba de alcoholemia, que no había trascendido al cierre de esta edición. La Policía Nacional no quiso facilitar ayer ningún dato sobre lo ocurrido y remitió a la información que facilitará hoy.
“Esto parece ya un punto negro”
A. G. CEUTA “Otro más”, comentaba ayer un vecino al que el ruido había sacado del sofá, a punto de almorzar. Desde la escalera señala con el dedo hacia la derecha, justo en la curva donde sufrió el impactó el Audi que ayer se sumó a la lista de accidentes presenciados en ese punto. “Ahí, en agosto pasado, volcó un coche”, relata. “Y ahí, ya en la curva, también se empotró otro. Y otro más aquí”, detalla. Junto a él, otro que ratifica su versión y advierte: “Poco ocurre, porque aquí cada uno coge la velocidad que le da la gana, y no se dan cuenta de que es una zona muy peligrosa, que la curva parece que no pero se cierra y o te comes al que viene de frente o sales volando, como le ha pasado a éste”. El suceso que relataba uno de ellos, en agosto pasado, dejó sobre el asfalto un automóvil que, también por exceso de velocidad, chocó contra un bordillo y terminó volcando. No hubo heridos de gravedad, pero los residente en la zona alertan de que en cualquier momento habrá que lamentar víctimas. “Si no ha habido nada es por puro milagro, porque mira de dónde ha venido el coche, hasta dónde ha llegado a impactar... Y dentro de ése viajaban dos personas...”, destaca otro vecino. Acostumbrados ya por repetición a los impactos, los hay que incluso tiran de ironía y, con una sonrisa, aseguran que Juan I de Portugal merece ya la consideración de “punto negro”. Quizás no haya llegado a esa consideración aún, pero sí está incluido entre las zonas con mayor riesgo de accidentes en la ciudad. De hecho, tras registrarse varios incidentes los servicios de Emergencia incluso publicaron en su cuenta de Facebook varios consejos sobre una conducción eficiente. En otros puntos de la ciudad también se registraron ayer colisiones. Así, en el Recinto Sur, a la altura de la calle Sevilla, el 112 alertó anoche de un choque entre dos turismos, aunque no hubo que lamentar heridos. El sábado también se registró un atropello en la Avenida Santos Vilela que obligó a actuar a los servicios de Emergencias.
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