Nos enteramos del fallecimiento del MAESTRO Don Joaquín Manuel Rodríguez Gil ‘Kino’ por un artículo firmado por José Luis Fernández Medina, en este mismo medio. Su amigo del alma, como él lo definía. Una lamentable y triste noticia para todos.
No tuve la suerte de pertenecer a su grupo de amigos, pero tuve la gran fortuna de que mi hija y sus compañeras fueran educadas por una persona de esa calidad profesional y humana. Kino, fue un MAESTRO, en el mayor sentido de la palabra. Un maestro enseñando a los pequeños materias y valores.
Nada más enterarnos nuestra primera reacción fue no decir nada a mi hija, porque se encontraba fuera de España. “Una simple alumna” a la que Kino marcó para el resto de su vida. Él, sin saberlo, por el exceso de timidez de sus alumnas, era venerado por muchas, entre ellas mi hija. Mil veces en casa hablamos de Kino, ya siendo adulta y siempre era recordado con el cariño, respeto, admiración y agradecimiento.
Como decía, Kino no fue amigo mío. Mi relación con él se limitó a la del padre con el profesor tutor de su hija. Reuniones trimestrales para conocer su progreso educativo. Sin embargo, a pesar de ello, desde el primer día vi en él a una persona comprometida con la enseñanza, que ponía todo su corazón en educar, en hacer a los niños felices.
“Kino será eterno mientras vivan sus alumnos y los padres de sus alumnos, porque tod@s lo recordaremos como una persona que se cruzó en nuestras vidas para hacernos más felices”
Puedo contar una anécdota, pero en realidad no fue precisamente una anécdota, porque me consta que ocurrió en más de una ocasión. Los niñ@s del Ortega y Gasset iban a ir de viaje a Cazorla. Mi hija le dijo que no podía ir, que no la dejábamos. Unos días después trajo una nota de Kino para que me pasara por la tutoría para hablar. Una vez en la reunión el -MAESTRO- no sabía cómo decirme que si era por un tema económico él se hacía cargo del gasto. Un gesto que tuvo con alguna pequeña más.
Escribía José Luis Fernández Medina que Kino era un apasionado de lo público, de su altruismo a la hora de darlo todo por sus alumn@s, de su pasión por la EDUCACIÓN con mayúsculas entre otras bondades y llevaba razón, porque se implicó en educar a nuestros hij@s más allá de su deber profesional y estas bondades son dignas de resaltar. Pero Kino hizo algo más, hizo cantera de su profesión. Niñas y niños que vieron en él un modelo en el que fijarse, una profesión que elegir y, por tanto, su legado en la enseñanza continuará. Serán las niñas y niños de Kino. Niñas y niños que entenderán la enseñanza como Kino la impartía.
Kino será eterno mientras vivan sus alumnos y los padres de sus alumnos, porque tod@s lo recordaremos como una persona que se cruzó en nuestras vidas para hacernos más felices, más libres y mejores personas. En esto era Kino el MEJOR DE LOS MAESTROS.
Muchas gracias Don Joaquín.
*De un padre agradecido
Ceuta ha recibido con los brazos abiertos la Navidad. Este sábado se ha llevado a…
El Ceuta B encaraba la jornada 12 de la liga ante el líder Puente Genil…
Nueva jornada agridulce para el balonmano ceutí con la victoria del BM Estudiantes y las…
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), con representación en Ceuta, ha mostrado su preocupación…
El CD UCIDCE tiene un difícil compromiso este domingo en la ciudad deportiva Fernando Gordillo…
El acuartelamiento Coronel Galindo, sede del Regimiento de Caballería Montesa número 3, fue el escenario…