Dolor de espalda, un problema que afecta a la mitad de los trabajadores en España

El dolor de espalda es uno de los males más comunes de la sociedad actual. Sobre todo en aquellas personas que desempeñan trabajos de oficina, con los que pasan largas horas sentados frente a un escritorio o tecleando en un ordenador.

Si bien en muchas ocasiones solo se trata de una pequeña molestia, la mala postura puede generar problemas graves en la columna, que a su vez provocan dolores agudos. En la mayoría de los casos es posible prevenir el dolor de espalda poniendo en práctica sencillos hábitos, aunque hay algunos que incluso requieren atención médica.

Un estudio del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo revela que más de la mitad de la población trabajadora española padece dolores de espalda. Un gran 86% de los perjudicados destacan que las dolencias se agravan debido a las condiciones laborales, siendo las lumbalgias y ciáticas las patologías más comunes.

La mayoría de los expertos recomiendan realizar diariamente estiramientos musculares durante 15 minutos para aliviar la presión en la espalda, pues la principal causa de esta molestia es el sedentarismo, a lo que se suma el estrés. Aunque lo mejor es eliminar los malos hábitos, para no tener que recurrir a analgésicos que solo alivian el dolor temporalmente.

Hábitos que perjudican la espalda

Uno de los aspectos más importantes para prevenir y eliminar el dolor de espalda es mantener una buena postura. Tal como reseñan en la web de Gangahogar.com, es posible recurrir a los correctores de espalda magnéticos, que se encargan de mejorar las malas posiciones diarias adoptadas y aliviar los problemas que causan, así como reducir el cansancio, dolor, estrés y favorecer la circulación.

Hay que tener muy claro que el dolor de espalda no es una enfermedad, sino un síntoma de que la persona está haciendo algo mal y se manifiesta con leves o intensos dolores. Al contrario de lo que se cree, las afecciones de espalda no atacan solo a “los viejos”; los jóvenes también pueden padecerlas. De hecho, actualmente, la población joven se está viendo afectada por estas dolencias.

Existen muchos hábitos que un individuo puede realizar diariamente y que, sin saberlo, empeoran la columna, que es el soporte del cuerpo. Uno de ellos, curiosamente, es estornudar. Los expertos aseguran que hay que tener cuidado con este reflejo del cuerpo, pues hacerlo a menudo sin expulsar correctamente todo el aire es capaz de producir un prolapso discal e incluso, en casos extremos, una hernia discal. Asimismo, es aconsejable no mantener una postura “rara” cuando se sienta la necesidad de hacerlo.

Algunas personas acostumbran a leer en la cama, pero, según los especialistas, esto es perjudicial para la columna, especialmente para las lumbares. Sentarse en la cama con las piernas rectas produce el mismo efecto que agacharse de forma incorrecta, lo que genera intensos dolores a la larga. De hecho, The Journal Surgical Technology equiparó el daño con el de cargar el peso de un niño de 8 años sobre los hombros.

Abusar de la telefonía móvil también puede causar inconvenientes en la espalda. Esto se debe a la postura que se adopta al mirar hacia abajo para escribir, lo que en un futuro genera fuertes lesiones cervicales.

Pasar demasiadas horas sentado también es perjudicial. Y no solo para la espalda, sino para la salud en general.

El uso diario de tacones daña la postura y provoca dolores en la columna, así como sacar el brazo por la ventanilla del coche mientras se va conduciendo.

Algunos consejos

Aparte de proveer un buen soporte a la espalda, también es importante tener en cuenta simples consejos que harán que esta descanse y disminuyan los dolores.

Lo primero que dicen los expertos es que es necesario hacer estiramientos de entre 15 a 20 minutos al día, sobre todo si se está en horario laboral. También resulta muy eficaz la realización de actividades físicas regulares, para evitar el sedentarismo que afecta a los huesos.

Por otro lado, destacan que hay que prestar una especial atención a la alimentación y reducir las grasas saturadas para reemplazarlas por las saludables, como Omega-3. Igual de importante resulta comer proporciones adecuadas de hidratos de carbono, presentes en pastas y legumbres integrales.

Mantener una postura correcta es esencial. Esto sucede cuando la persona tiene la espalda recta apoyada en el respaldo de la silla, los hombros relajados y las rodillas alineadas en altura con la cadera.

Dormir en la posición correcta (de lado, apoyándose en el costado izquierdo), evitar realizar movimientos bruscos y no cruzar las piernas mientras se está sentado, apoyar los pies en el suelo y vigilar la postura en el vehículo son aspectos igual de importantes que procurarán una buena salud a la espalda.