El maestro interino de Educación Física del CEIP Ramón y Cajal que entró en
prisión provisional el pasado lunes
tras ser denunciado por presuntos abusos sexuales por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad volverá a declarar este lunes a las 11.00 horas, esta vez ante el magistrado responsable del número 1, para que este ratifique o corrija la decisión inicial de mantenerle cautelarmente privado de libertad.
El docente, de 35 años, cuya identidad responde a las iniciales J.M.R.V., ha sido trasladado esta semana al centro penitenciario de Algeciras como medida para garantizar su seguridad tras ser señalado por una familia como supuesto autor de un delito de
abusos cometido sobre al menos dos niñas de 4 años.
Desde el entorno del maestro, que fue arrestado el viernes de la semana pasada y pasó casi las 72 horas de retención máxima en dependencias de la Policía Nacional, se ha llamado a la comunidad docente a presentarse en el entorno del Palacio de Justicia para mostrar su respaldo al investigado.
El director provincial del
Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), Javier Martínez, defendió ayer tanto “el derecho a la presunción de inocencia que todos tenemos” como “el respeto a nuestro sistema policial y judicial”. “Estamos seguros de que las investigaciones que se están llevando a cabo nos dirán en su momento la verdad”, aseguró.
La Dirección Provincial ha incoado un expediente informativo sobre el maestro del CEIP Ramón y Cajal, al que la Subsecretaría de Estado del MEFP, que es el órgano competente, ha separado temporalmente del servicio hasta que concluya la instrucción judicial.
Lo que sucederá el lunes es que se llevarán a cabo nuevas pruebas y se volverá a escuchar al maestro derivándose después la oportuna decisión judicial que o bien se ratificará en el auto dictado o puede modificarlo. El secreto de sumario que pesaba sobre la causa ha sido ya levantado, pero se siguen manteniendo investigaciones al tratarse de menores.
Los docentes ya han mostrado su interés en apoyar a su compañero, como hicieron ayer con el segundo de los detenidos.