Es mucho lo que se ha escrito en torno al secuestro abortado en
Benítez la semana pasada. Se sabe que los tres sicarios arrestados (N.B., de 41 años, M.B., de 37 y M.N., de 39)
están ya en prisión bajo medidas específicas de control, sobre todo para
el denominado ‘rey de las fugas’, a quien buscan en Bélgica después de haberse fugado de un penal con ayuda de un helicóptero y varios compinches. Pero lo que no se sabía, al menos con el detalle necesario, era la forma en que reaccionaron los
policías nacionales que tuvieron que enfrentarse a unos individuos que hicieron gala de una “gran violencia” hasta el extremo de disparar. Y eso ahora lo ha especificado la Jefatura Superior en un comunicado oficial. Cuando se recibió una llamada informando que
habían introducido por la fuerza a un joven en el maletero de un coche -la víctima- la primera en activarse fue una unidad de la UPR, cuyo vehículo “fue golpeado de forma inesperada e intencionada” por el coche en el que habían introducido a la víctima. Tras sobreponerse al choque, los agentes fueron a interceptar a los ocupantes de ese vehículo “siendo embestidos nuevamente por otro coche que daba soporte al primero. En esa acción arrollaron a uno de los agentes”, detalla el CNP. Y es que se estaba viviendo la crónica de un secuestro en directo, perpetrado por unos sicarios llegados expresamente a Ceuta para tal misión. La Policía pudo detener a dos de los tres ocupantes de ese coche mientras que el tercero escapaba. Y todo ello no sin antes resistirse “con gran agresividad a la detención, hasta el punto que uno de ellos, el que ocupaba el asiento del acompañante, acometió contra uno de los agentes al que intentó arrebatar el arma reglamentaria en un violento forcejeo durante el cual se produjeron tres disparos, sin que se produjeran daños personales”.
Pero ahí no quedaría la crónica de los hechos. Y es que en todo secuestro hay apoyos y en este también: el ofrecido por el ocupante de otro coche que intentó darse a la fuga, siendo interceptado por otro radiopatrulla del GAC contra la que chocó frontalmente varias veces, “arrojando a uno de los agentes al suelo. Este mismo policía, junto con su compañero, procedió a la detención del conductor, que se resistió con la misma violencia que sus colegas, viéndose obligados los agentes a extraerle del coche por la ventanilla”. La Policía, que en este caso ha coordinado su labor con otros organismos tanto de su organización periférica (Jefaturas Superiores de Ceuta y de Andalucía Oriental) como de la central (División de Cooperación Internacional - Europol), sigue buscando a más implicados en esta trama. De momento maneja buena información pero necesita ir en sus acciones con fundamento. En el registro de los coches intervenidos se ha localizado numerosa documentación personal y billetes de barco, una gran cantidad de dinero en metálico, así como numerosos indicios de interés para la investigación, que son objeto de análisis tanto por la Brigada de Policía Científica, como por la de Policía Judicial.
Los hechos han terminado de la mejor de las maneras, rescatando a la víctima sana y salva y consiguiendo el arresto de los tres implicados, pero el círculo no se cierra porque hay más pasos que dar, todos ellos orientados a conseguir la detención de quienes dieron la cobertura necesaria para cometer esta acción criminal