Mª Isabel Romero Arias (Madrid 1957) tiene un bagaje que la precede como analista social y de mercados y experta en turismo, desde donde ha desempeñado puestos de responsabilidad en el sector de congresos. Es la creadora del Instituto Halal de Junta Islámica en 1996 -además de su directora general-, y presidenta de Junta Islámica desde 2013 hasta la actualidad. Desde ambas posiciones ostenta un destacado liderazgo dentro del Islam en España y a nivel mundial. Miembro de la Red Internacional de Emprendedores impulsada por el presidente Barack Obama (Global Entrepreneurs Summit 2010), es igualmente alumna del Departamento de Estado EEUU y miembro del World Economic Forum Fundation (WIF), que impulsa el concepto de Economía Islámica en el mundo, participando como ponente en eventos de Astana (Kazajistán), Londres, Dubái o Seúl. Articulista de numerosos medios de comunicación, así como ponente y conferenciante en congresos sobre el concepto Halal y autora de publicaciones sobre el tema.
-Pregunta: Sin duda tiene una trayectoria en el mundo islámico y empresarial realmente impresionante. Es responsable de la creación del instituto halal de Junta Islámica, siendo su fundadora y directoral general. Paralelamente, también es actualmente, y desde 2013, presidenta de Junta Islámica. Dentro de la realidad compleja y puede incluso que limitada para las mujeres usted es todo un ejemplo de lo contrario. Cómo definiría ambas experiencias, empresariales e institucionales. - Respuesta: Toda esta trayectoria es fruto de mi vocación emprendedora. Como empresaria he fracasado en algunas ocasiones, pero nunca me ha echado para atrás el fracaso, al contrario, ha sido aprendizaje y fuerza para seguir adelante. Con el Instituto Halal y Junta Islámica, ambas experiencias no son éxitos personales, son de un equipo humano excepcional que apostó en su momento por este proyecto y hoy podemos decir que está bastante consolidado. Lo único que me puedo atribuir de ello, es la visión de futuro y la confianza en que esta iniciativa tenía posibilidades de éxito, a pesar de que partimos de la nada, y nunca hemos recibido ayudas de ningún tipo, ni públicas ni privadas. La presidencia de Junta Islámica es algo que me honra y que mis compañeros y compañeras me han posibilitado, y por ello, solo intento no defraudar y ayudar a la normalización del Islam en España.
-El Instituto Halal, en concreto, presume de ser una organización paritaria, tanto en lo que se refiere a sus órganos de decisión como a los propios trabajadores en general. -Así es, solo tenemos algo más descompensada la parte de auditorías y supervisiones, pero estamos en ello. Tener una directora general y una gerente mujeres, con clara conciencia de la importancia de la igualdad, ha favorecido que en nuestra estructura la vertiente de género sea un eje en la contratación de personal.
- ¿Cómo aprecia la concienciación de la paridad entre la ciudadanía musulmana en este sentido? -Está creciendo año a año, aunque como es lógico son las nuevas generaciones las que se muestran más sensibles y concienciadas ante la necesidad imperiosa de la igualdad, incluyendo a los jóvenes varones. El mundo necesita incorporar la visión de las mujeres y su protagonismo social, y eso es imparable en este siglo XXI.
- El asociacionismo islámico, ¿goza de buena salud? -No, creo que el principal problema es que el asociacionismo islámico se ha contemplado institucionalmente solo desde el paraguas de lo religioso, y los musulmanes lo hemos reproducido así. El Islam es religión, pero es también sociedad, participación, activismo por los derechos humanos, por la democracia y la libertad de conciencia. Espero, confío y deseo que esto cambie, y que seamos capaces de desarrollar sociedad civil musulmana sin corsés, ni internos, ni externos.
"Debemos compartir todos aquellos valores que nos hacen construir un futuro en común. Ese debe ser nuestro reto”
- Fundó el Instituto Halal en 1996, hace ya prácticamente 25 años; es uno de los organismos más respetados en su área, tanto dentro como fuera de España. ¿Cómo surgió la idea de crear el Instituto Halal? -La idea del Instituto Halal está en la existencia del Acuerdo de Cooperación entre el Estado Español y la Comunidad Musulmana. El artículo 14 de la Ley 26/92, recoge claramente el derecho que tenemos los y las musulmanes a acceder a alimentos y productos Halal en todos los espacios públicos, como centros escolares, hospitales, prisiones y el ejército, entre otros, pero en 1996, no había la más mínima posibilidad de acceder a la diversidad de productos que hoy existen, por lo que Junta Islámica, en concreto nuestro querido presidente Mansur Escudero, ya fallecido en 2010, me animó a impulsar el proyecto, y procedimos a registrar una Marca de Garantía, en concreto la Marca de Garantía Halal de Junta Islámica, que hoy se puede observar en más de 2000 productos.
- Tanto en Ceuta como en Melilla Instituto Halal realiza numerosas certificaciones. ¿Qué tipo de empresas les solicitan tener la garantía Halal y cuál es el proceso para solicitarlo? -La verdad que en Ceuta y Melilla no hay muchas industrias productoras para ser certificadas Halal. Lo que sí existen, son innumerables puntos de venta que exhiben nuestra Marca, aunque no están certificados por nosotros. En el Instituto Halal echamos de menos una participación más activa de los consumidores musulmanes, que exijan los documentos que verifican que los productos son Halal, como son los certificados por lote, que tienen que acompañar cualquier producto en los puntos de venta, aunque también se puede solicitar verificación a través de los números de registro que figuran en los envases de cualquier producto Halal.
-Seguramente, serán muchos los que piensen que esta garantía está limitada a determinados productos de consumo, sin embargo, el catálogo al que se puede aplicar es sorprendentemente amplio… -Como comentaba con anterioridad, en este momento tenemos certificados más de 2.000 referencias de todo tipo de productos, y en especial alimentos y bebidas, aunque ya avanzamos hacia la cosmética, el turismo, productos higiénico/sanitarios, etc.
-¿Cuáles serían los retos fundamentales a los que se enfrenta el Islam hoy y cuales serían bajo su perspectiva, las prioridades principales? -Voy a centrar mi respuesta en nuestro contexto social y cultural. No voy a hablar del Islam, sino de los musulmanes y la forma en la que vivimos el Islam en este siglo XXI. Creo que todos y todas necesitamos vivir el Islam ajustado a nuestra realidad. La realidad nos determina, y la vivencia de las sociedades plurales y diversas nos exigen la comprensión y nuestra participación en el enriquecimiento de esas realidad plurales. Tenemos la obligación de participar y demandar nuestros derechos, pero también tenemos obligaciones, y una de ellas, la principal, es favorecer la convivencia. La realidad no es estanca, no podemos vivir separados del resto, y debemos compartir todos aquellos valores que nos hacen construir un futuro en común. Ese debe ser nuestro reto.
-¿Qué mensaje compartiría con los musulmanes en general, los ceutíes y melillenses en particular, en estas fechas tan especiales de Ramadán? -El Ramadán nos invita a la reflexión, a la comprensión del mundo que nos rodea como un regalo de nuestro Creador, nos invita a ser mejores personas, a respetar a nuestros semejantes, y a esperar el mismo respeto hacia nosotros. Creo que Ceuta y Melilla tienen la oportunidad de ser un ejemplo de convivencia para España y para Europa, soy consciente de los problemas que se viven en estas dos ciudades, la presión migratoria irregular, la islamofobia, pero ante los problemas hay que crear oportunidades. El Islam nos llama a actuar en positivo, y creo que eso es lo que tenemos que hacer, valorar los problemas, y actuar en positivo ante ellos. La convivencia real es una autopista de doble sentido, y no podemos exigir a los demás, lo que no estemos dispuestos a hacer nosotros.