La recuperación y dignificación de la figura del guardia civil retirado. Este es el objetivo perseguido por quienes integran el grupo de Retirados Asociados de la Guardia Civil de España (RAGCE), que también cuenta con representación en Ceuta, y que ha visto alcanzada una meta al cumplirse otro de sus puntos del proyecto en el que han estado trabajando desde abril de 2018.
Y es que su presidenta, Lucía Llano, ha anunciado la aprobación del Nuevo Código de Conducta de la Guardia Civil en el Consejo de Ministros con fecha 4 de marzo 2022. Un documento que ha sido descrito como un "código basado en la ética y valores que deben tener los Guardias Civiles".
"Mantendrán el espíritu de Cuerpo, como sentimiento de honor y orgullo compartido, inspirado en un profundo sentido de pertenencia a la Guardia Civil"; "tratarán al personal retirado con el respeto, reconocimiento y consideración que merecen su dedicación y los servicios prestados, guardando, en todo momento, las debidas muestras de cortesía y compañerismo propias de la Institución". Esto es parte de lo que está contemplado en el Artículo 22 del Nuevo Código de Conducta de la Guardia Civil, al referirse al 'Espíritu de Cuerpo y compañerismo'.
A lo que se le añade el contenido del Artículo 23 sobre el 'Respeto por la historia y tradiciones del Cuerpo', que deja claro que "la Guardia Civil es depositaria de una rica herencia de valor, entrega y espíritu benemérito. Sus miembros deben conservar y transmitir la historia y las tradiciones del Cuerpo, como un deber de gratitud con quienes les precedieron y un estímulo para la continuación de su obra".
Respeto, admiración y compañerismo hacia los veteranos
En enero del pasado año, en una comunicación enviada al presidente de la Asociación Profesional de Guardias Civiles, Llano hacía referencia a la redacción del 'Código de Conducta' que se estaba siendo impulsando desde el Ministerio del Interior y pedía la colaboración, argumentando que una "guía que defina los valores, principios y fundamentos del comportamiento de los miembros del Cuerpo", debía incluir también el "respeto, admiración y compañerismo hacia los veteranos y veteranas de la Guardia Civil".
Antonio Mancera, agente de la Benemérita jubilado y delegado de RAGCE, recordó que en ese momento se dieron cuenta de que en el documento no se hacía mención a la figura del guardia civil retirado y por lo tanto se emitió la comunicación.
En la carta, la presidenta de RAGCE insistió en la necesidad de "recuperar la figura de guardia civil retirado", devolviendo los valores "de Honor, Lealtad y Compañerismo al Cuerpo de la Guardia Civil, porque esta es la base fundamental de ser los profesionales que siempre hemos sido y somos" y recalcó la petición de que los "guardias civiles Retirados sean realmente acogidos como compañeros y no como extraños en los cuarteles donde decidan estar adscritos mediante la vinculación honorífica".
En la carta, también recalcó que "hasta en dos ocasiones se ha hecho entrega en el Congreso de los Diputados, en la Dirección General de la Guardia Civil, Jefes de Zona, Jefes de Comandancia, así como a representantes civiles y militares, de los objetivos sobre los que trabaja RAGCE", insistiendo entonces en la importancia de que este Nuevo Código de Conducta se contemplara al guardia civil retirado, algo que ya es una realidad.