Opinión

Difama y miente, que algo queda

El presidente del Gobierno, haciendo uso de la prerrogativa constitucional de disolución de las Cortes Generales, ha decidido convocar elecciones generales para el próximo 23 de julio. El clima político era irrespirable. La campaña mediática de la derecha y la extrema derecha se hacía cada vez más insoportable. No solo a nivel nacional. También en el municipio más pequeño de España las mentiras y las difamaciones se habían convertido en algo normal durante la campaña de las recientes Elecciones Municipales.

De todas las ventajas e inconvenientes de esta convocatoria electoral, creo que sobresale una muy importante. Coincidirá el análisis de los fallos y aciertos tenidos en las elecciones municipales y autonómicas, con el diseño de la campaña electoral. En términos de marketing electoral esta situación es de gran valor.

Empecemos analizando los resultados electorales recientes. La derecha y la extrema derecha ha incrementado su poder de forma importante. Aunque el Partido Popular solo obtiene una ventaja de apenas 3,5 puntos respecto al Partido Socialista, sin embargo, en número de concejales y en Comunidades que pasan a ser controladas por la derecha, la mordida no ha sido poca, aunque tendrán que negociar PP y VOX para poder gobernar en bastantes lugares.

Lo primero que se me viene a la mente son algunas de las claves del marketing electoral que ya publicábamos en estas páginas. Una afirmación era que “La gente vota por expectativas”. Por esto, cuando se es capaz de hacer ver a la gente que tienes alguna clave de futuro, te votan. Es decir, las elecciones son sobre el futuro. Esta era la primera hipótesis de trabajo. Otra, que “el ciudadano es el que decide. Es el protagonista y espera que hables de él, de su vida y de sus problemas”. Esto significa que las elecciones son sobre la gente, no sobre los partidos, ni sobre las virtudes de los candidatos. Esta era la segunda hipótesis.

Es decir, hay que considerar que el votante vota más por su expectativa de futuro que por el “agradecimiento a lo realizado”. Quizás sea esta una de las claves del por qué, pese al esfuerzo que está haciendo el gobierno central por ayudar a los más necesitados, y pese a los espectaculares resultados, recientemente publicados, respecto a que el paro ha bajado en el mes de mayo a 2,7 millones de personas y las afiliaciones a la Seguridad Social han llegado a 20,8 millones, ha habido una seria resistencia a trasladar este agradecimiento a las urnas. Quizás sea esta una de las claves del resultado electoral, sobre la que debamos reflexionar.

Si nos vamos al diseño de la campaña electoral que se nos avecina, también es útil recordar algunas cuestiones. En las modernas democracias, el político satisface su ambición de poder conquistando voluntades ajenas. Por tanto, la comunicación eficaz es la estrella del marketing político y la clave para realizar un planteamiento global de diseño, racionalización y comunicación política. Sin embargo, en un estudio realizado no hace mucho por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, se demostraba que las noticias falsas se difundían hasta veinte veces más rápido en Twitter que las verdaderas. En concreto, los investigadores estimaban que una noticia ficticia se disemina a 1.500 usuarios en 10 horas, mientras que una historia contrastada tarda unas 60 horas en alcanzar el mismo número de personas. Por esto, el adelanto electoral considero que vendrá bien para contener, en parte, esta estrategia.

Otra cuestión muy importante será definir unos objetivos que tengan en cuenta la cantidad de voto razonable que se puede obtener, los sectores sociales a los que se van a dirigir, la definición real de los adversarios, las razones para que el ciudadano nos vote. Y sobre todo, centrarlo todo en una o dos ideas fuerza. La dispersión es letal. Por regla general, “cuanto más limitados son los objetivos, más posibilidades de eficacia tiene la campaña”. Además de llevar la iniciativa de la comunicación y no estar a la defensiva. Todos estos elementos forman parte de lo que se denominan técnicas electorales. La profesionalidad y la valía de los equipos de campaña será esencial en esto.

Pero que no se olvide la regla que establecieron los politólogos Donald Green y Alan Gerber en un importante estudio. Se puede ganar un voto adicional por cada catorce personas contactadas por representantes del partido, o aumentar la participación en un 7,1%. Y aunque los expertos saben que al inicio de la campaña entre el 60% y el 70% del voto ya está decidido, la labor que se haga contará, y mucho, en el camino hacia la reafirmación de los propios votantes y para convencer a los indecisos.

Una sugerencia final. La campaña electoral no tiene por qué estar reñida con la necesidad de mantener los principios ideológicos, la ética y la seriedad del candidato. Pase lo que pase, es esencial que se sepan respetar estas reglas de comportamiento cívico y democrático.

Entradas recientes

Viudas de Regulares y madres de una barriada

Sus arrugas son el escaparate del paso del tiempo y de las dificultades que las…

23/11/2024

Los detenidos en la operación antiterrorista, a la Audiencia Nacional

Los detenidos en la operación antiterrorista llevada a cabo este viernes en Ceuta serán puestos…

23/11/2024

La obligada regeneración

No es difícil entender al ciudadano cuando manifiesta sin cortapisa alguna la incredulidad y desconfianza…

23/11/2024

Sueños recurrentes

Generalmente, sobre todo cuando somos jóvenes, no reflexionamos sobre el porqué de nuestras motivaciones y…

23/11/2024

Qué me estás contando

A veces me gustaría tener una mente plana, sin atajos ni desvaríos. Mente que calmar…

23/11/2024

Polvo y tierra

El viaje ha sido uno de los grandes temas de la literatura de todas las…

23/11/2024