En la madrugada del 12 de diciembre de 2006 se llevó a cabo la primera gran operación que terminó siendo un mazazo para la Policía al absolverse a los detenidos
La madrugada del 12 de diciembre de 2006 agentes de la Policía Nacional se desplegaban en la barriada del Príncipe para llevar a cabo la operación ‘Duna’. Actuaron por orden del juzgado central de instrucción número 5, en solitario, sin cámaras propias para grabar sus seguimientos como se hace en la actualidad. Únicamente llevaban ‘empotrado’ a un medio de comunicación nacional elegido para captar el seguimiento de lo que aquellos agentes iban a llevar a cabo, contando con un testigo protegido que iba señalando cada una de las casas que tenía que ser objeto de entrada, registro y detención. Once personas fueron detenidas, las mismas que años después quedarían absueltas por el Tribunal Supremo. Era, diez años atrás, la primera vez que en Ceuta se escribía, se hablaba, se comentaba en términos de proselitismo, yihadismo y demás. Esa madrugada en la que componentes del CNP se desplegaban en el barrio, la Guardia Civil se enteraba de lo que estaba ocurriendo mientras sus servicios de Información rabiaban al ver cómo las investigaciones que ellos también llevaban sobre los mismos sospechosos se iban al garate. Ambos Cuerpos se habían negado el intercambio de información, la Benemérita pensó que aquella madrugada lo que se gestaba era una operación contra la inmigración ilegal. Nadie les comunicó lo contrario.
Después de aquella ‘Duna’, de la que se cumplen diez años y que se inició como un éxito para terminar transformándose en pesadilla tras el jarro de agua fría que supuso el dictamen judicial, mucho ha llovido. Tanto como operaciones llevadas a cabo por CNP y Benemérita en solitario salvo una sola excepción: junio de 2013, la operación ‘Cesto’, coordinada por ambos Cuerpos y que nunca más volvió a repetirse.
Tras el 11-M, la Audiencia Nacional instó a que las operaciones vinculadas al terrorismo contaran con la colaboración y coordinación de ambos Cuerpos. Se publicitaron incluso protocolos que establecían que las informaciones debían intercambiarse. La ‘Duna’ fue ejemplo de todo lo contrario, la ‘Cesto’ supuso un giro radical que nunca más volvió a producirse. Ambas fuerzas de seguridad trabajan sus informaciones y ejecutan sus operaciones. Así está ocurriendo prácticamente cada mes y medio, periodo en el que se está ejecutando alguna operación en Ceuta que venga enmarcada en las conocidas como de ‘corte radical’. Es evidente que cada Cuerpo trabaja sus fuentes y sus escenarios, pero ¿qué más ha cambiado en 10 años? La política de comunicación ha dado un giro completo. El oscurantismo de la ‘Duna’ ha pasado a que Interior difunda lo que se hace incluso mientras se desarrolla la operación. Aún no se ha detenido al sospechoso cuando ya se informa de quién, cuándo y cómo. De aquel 12 de diciembre de 2006, en el que 300 policías desembarcaron en el ferry Ciudad de Málaga, blindaron el Príncipe e impidieron que los periodistas pudieran acceder al lugar de los hechos, mucho se ha evolucionado. No obstante, esa amplitud informativa ha variado en cuanto, ahora, hay un mayor esmero en preservar la presunción de inocencia evitando la difusión de los rostros de los detenidos. Una máxima que, por contra, sigue siendo burlada por algunos medios de comunicación.
Los servicios de Información disponen de más apoyo, aunque las horas que siguen invirtiendo en vigilancias y controles complicados siguen siendo las mismas. “El mejor medio es el humano”, explican. Horas de vigilancia en barriadas en las que se topan con una contravigilancia. Ellos ‘espían’ y a su vez pueden ser ‘espiados’ con lo que en cuestión de horas puede irse al traste cualquier avance en la investigación. De diez años hacia acá hay mejora de medios aunque, sobre todo, se cuenta con mayores garantías en aspectos como los servicios de intérpretes de árabe. “Todos lo que lo hacen ya son policías o guardias civiles”, exponen. Una garantía tras escándalos judicializados de civiles que ‘traficaban’ o pudieron hacerlo con información sensible.
La primera referencia sobre detenciones que apunta Interior a nivel nacional data del 15 de marzo de 1995 cuando se detuvo en Barcelona al argelino Ghebrid Messaoud por tráfico de armas al servicio del Grupo Islámico Armado. Pero hubo que esperar a la ‘Duna’ para encontrar mayor impacto mediático. En 2015 se practicaron 28 operaciones en todo el país y 24 lo fueron el año pasado. En los últimos diez años se ha detenido solo en Ceuta a casi 40 personas.