La consejera de
Fomento y
Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, es consciente de que ha caído sobre sus hombros unas responsabilidades importantes dentro del Gobierno de Vivas. Está satisfecha porque indica que cuenta con un buen equipo. Sus prioridades están muy claras en cuanto a la aprobación del
Plan General de Ordenación Urbana, la construcción de viviendas sociales en régimen de alquiler por parte de la empresa privada, la rehabilitación de viviendas o las negociaciones con
Trace para intentar llegar a un acuerdo pactado entre las dos partes y rescindir el contrato. En esta entrevista reconoce que ahora mismo están aterrizando y marcando especialmente cuáles son los objetivos que se establecerán de cara a la presente legislatura.
-¿Le han tocado dos competencias que no son nada fáciles como Fomento y Medio Ambiente? -Es verdad que no son fáciles, pero cuento con un gran equipo. Son dos áreas que afectan a los intereses de los ciudadanos de una manera muy directa. Hablamos por un lado del tema medioambiental, donde comprendemos el trato de los residuos o el ciclo integral del agua que son servicios básicos para los ciudadanos y, por el otro, Fomento que tiene que ver con la vivienda, con la rehabilitación que es un área que quiere ser reforzada en esta legislatura y también con las licencias de apertura de nuevos negocios. La dificultad radica en poder dar el mejor servicio a los ciudadanos y creo que tengo equipo para afrontar esta legislatura con algo de solvencia. Ahora mismo estamos aterrizando, conociendo las medidas que deben implementarse y los objetivos que queremos alcanzar.
-¿Una prioridad será la aprobación del PGOU? -Es fundamental porque va a significar que la ciudad pueda mejorar en muchos aspectos. Mi antecesor en el cargo casi llega a la orilla y consigue aprobar el Plan General. Le faltó un informe del Ministerio de Transición Ecológica y estamos en contacto con la Dirección General que lleva este asunto. Nos han dicho que están en ello y nosotros hemos insistido en que nos gustaría tener el último informe antes del mes de agosto. Después deberán comenzar las negociaciones con los grupos políticos representados en la Asamblea de cara a aprobarlo. Si todo va bien y según la programación que hemos hecho en Fomento, a finales de año, como muy tarde, podamos tener aprobado el Plan General.
-Nuestra ciudad tiene falta de viviendas. En los últimos cuatro años no se ha puesto ni un ladrillo. Es verdad que han existido rehabilitaciones ¿pero piensa que se constituirá en esta legislatura? -Es muy importante el tema de la rehabilitación de
viviendas y ello significa que alargamos la vida útil de esas casas. Ahora queremos incrementar el apoyo que la Ciudad presta al campo de la rehabilitación y desde Fomento hemos enviado a Contratación la redacción de tres proyectos: Juan XXIII, General Carvajal y Príncipe Felipe. Queremos sacar también un programa de ayudas para que las promociones privadas que necesiten un apoyo para la rehabilitación se pongan en marcha. En cuanto a la construcción de viviendas, nuestra idea en esta legislatura, tal y como ya dijo el presidente Juan Vivas, es poner suelo a disposición de promotores privados para que puedan construir casas que luego se alquiler a un precio de trescientos euros al mes. El presidente Juan Vivas ha nombrado a un director general de Planificación del Suelo que tiene como objetivo fundamental el que los terrenos de la Ciudad se pongan con un valor económico y social. Y tampoco podemos olvidar que el Ministerio de Fomento ha licitado la redacción del proyecto de noventa viviendas en Loma Colmenar. En los años de crisis la inversión pública ha tenido muchos problemas, tanto en Ceuta como en el resto de España.
-Se ha creado una Dirección General de Barriadas. Existe mucho trabajo pendiente de realización de obras porque los proyectos han tenido problemas en salir adelante. -En esta última semana hemos sacado adelante una serie de proyectos valorados en unos cincuenta mil euros cada uno…
-¿Estos proyectos se están realizando a través de Obimace? -Lo coordina Obimace, pero luego son diferentes partes de la administración la que realizan la labor burocrática, pero el inicio de la obra y el control lo lleva esta empresa. El Plan de Barriadas era de 16 millones y un millón se dedicaba a la redacción de proyectos por parte de los arquitectos locales, otro millón era para obra de realización directa a través de contratos menores y una parte importante que son contratos de hasta doscientos mil euros que está ejecutando en la parte administrativa Procesa. Como el tema burocrático se ha convertido en una losa para la realización de proyectos como sucede que Procesa tiene un órgano de contratación potente es por lo que lo está ejecutando. De aquí al verano que viene, esos dieciséis millones de euros están ejecutados. Tampoco podemos olvidarnos que otro de los objetivos que se incluye en el Plan de Inversiones es la finalización de los denominados proyectos singulares como son la Gran Vía, la calle Teniente Coronel Gautier, la pasarela de Miramar o el polideportivo Díaz Flor.
-¿Piensan que será posible llegar a un acuerdo con Trace a coste cero? -Eso es lo que queremos y vamos a intentar. Se trata de que todo se puede hablar, se pueden poner todas las opciones posibles encima de la mesa y siempre que sea legal velaremos cumplir que el interés general es nuestro faro. Lo que nosotros pretendemos con rescindir el contrato a coste cero es mejorar la prestación del servicio de limpieza. Ahora mismo, ni los ciudadanos están contentos y nosotros tampoco. Para mejorar la calidad hemos intentado muchas opciones: hemos intentado modificar el contrato pero no ha sido posible, hemos intentado ver cómo podíamos incrementar tanto en medios tecnológicos como en medios humanos pero tampoco, hemos intentado rescatar el servicio y también nos ha salido mal. Hemos encontrado una vía que es este mutuo acuerdo. Ninguno queremos estar con el otro y entonces cuando sucede así lo ideal es que cada uno se marche con lo que le pertenece. La otra solución que nos queda es el resignarnos y ver la calle sin la calidad de limpieza que todos queremos. Y sería una resignación que tendría que durar otros cuatro años hasta que termine el contrato en febrero del año 2022.
-Estas son negociaciones largas... -Es verdad que hay que darse un plazo para la negociación y si de aquí al mes de diciembre resulta que no soy capaz de ponerse de acuerdo en unos requisitos mínimos, seguir invirtiendo tiempo y esfuerzo en algo que no voy a conseguir resulta que no merece la pena. Nos resignamos y buscamos otra solución. Hay que dar el paso y en eso estamos. Ahora vienen los meses de verano, pero en septiembre debemos retomar las negociaciones. A lo mejor la solución es resignarse porque legalmente no tenemos otra salida, pues bien, entonces habrá que decírselo a los ciudadanos.
-¿Y cuáles serán las prioridades en el ciclo integral del agua? -En principio vamos a mantenernos como estamos. Quizás haya que mejorar en algunos procesos porque tecnológicamente ha existido un avance muy importante. Se ha hecho mucho hasta llegar a tener las 24 horas de agua, a pesar de que algunos partidos se lo tomaran a chascarrillo cuando se hablaba de ello.