Dicen que tus esquinas las roza el viento

Dios te salve, Madre, Ceuta está contigo y acogida tú eres en todas las casas, en todos los templos, en todos los corazones, en el aire y en la historia. Y Bendito otra vez y siempre el que nos trajo tu persona.

Dios te salve, África, Madre de tus hijos, Honra de nuestro pueblo, Llena de Hermosura, Hija del Señor, Rosario de Bendiciones, Auxilio de tu pueblo escogido, Esperanza del que espera, Niña de los ojos del que te implora, Palma de Triunfo, y Mujer concebida sin pecado original.
Dios te salve, Madre, Ceuta está contigo y acogida tú eres en todas las casas, en todos los templos, en todos los corazones, en el aire y en la historia. Y Bendito otra vez y siempre el que nos trajo tu persona. El que fue Cautivo por nuestras culpas, el llagado por nuestras fechorías, el que derrocha amor a raudales tras la estela de su cruz redentora,. El que lloró al ver la nueva Jerusalén, el que venció a la muerte, Jesus resucitado, motivo y eje de nuestra gloria, entusiasmo y amor por Ti, porque eres intercesora entre nosotros y El.
A Ti me dirijo, Ceuta, señorial de los más bellos sueños, donde cantan ya a la sombra de los naranjos que cortejan tu mirada los recuerdos de julios pasados. Porque habrás de saber muy pronto, que entre los aires marinos que se escapan de tus playas, en el arrullador verdor de tus campos, en la fronda tintada de esperanza de los magnolios de tu plaza, en la sacristía donde tantos buenos momentos se pasan, todo nos hablará de Ella, y tendremos que esperarla con ternura porque...

Esta es la historia de un nardo
que en agosto floreció
y acunado  en tu regazo
a tus plantas se durmió.
Se quedó en una esquina
de tu paso soñador
y soñó con esas manos
que a tu vera lo acercó.
Dicen que fue por agosto
cuando su tallo brotó
y quiso ser blanco nardo
que tu paso perfumó.
Dicen que fue por agosto
cuando hasta Ceuta llegó
y se prendó de tu cara
tan morena por el sol.
Dicen que fue por agosto
cuando quiso ser tu flor
la que adornará tu paso
con su aroma y su color.
Dicen que fue por agosto
cuando se ponía el sol
y la luna levantaba
su blancura y su candor
cuando unas manos de hombre
esos corchos abrochó
para que pusieran nardos
en tu paso con amor.
Hoy, día de la Abuela de Dios, la Seña Santa Ana, me apetece escribir unas letras para tener un público reconocimiento muy especial a esas personas anónimas que tanto han trabajado en la hermandad, y parece que no han tenido su reconocimiento , pero yo estoy seguro, de que, Ella y su querido Hijo sí que se lo tienen en cuenta cada mañana, desde que despunta el sol por el Monte Hacho y sus rayos se van dejando caer sobre las terrazas y las azoteas  de esta Noble, Leal y Fidelísima Ciudad, mi ciudad querida. Él, se levanta muy temprano, , le da las gracias a Dios por abrir un día más los ojos y comienza una jornada más a dar gracias a su Madre por permitirle vivir en este pedazo de tierra africana, bañada por dos mares y perfumada por una mezcla de magnolias y salitre que se funden con el fuerte olor a café recién tostado que le llega desde la Marina Española...
Y es que...

Dicen que fue por agosto
cuando la luna dormía
cuando un nardo presuroso
a tus plantas se ponía.
Dicen que fue por agosto
cuando nadie lo veía
cuando forraba esquinas
con corchos y con alambres
y que nunca presumía.
Dicen que esperaba tarde
cuando ya de anochecida
en tu camarín de reina
esperabas la salida.
Dicen que esperaba tarde
cuando la gente se iba
para poner con esmero
verde espuma arrecogida
para que después con arte
cuatro centros resurgían.
La Virgen desde su paso
lo mira con alegría
y le da su bendición
Y una sonrisa le envía,
y cuando todos se duermen
y ya está de recogida
Pedro espera entre las naves
y una plegaria le rima.

Gracias te doy, hermano
por ser mi fiel compañía
en esas noches de agosto
cuando la Virgen dormía,
gracias te doy, hermano
por ayudar a porfía
esos días de montaje
cuando otros se rendían.
Gracias, Pedro, buen cofrade
por trabajar noche y día
para que Ella luciera
más hermosa todavía.

Por eso, por todo eso
y más cosas escondías
Santa María de África
siempre te sirve de guía.
Ahora esto comienza
ahora esto se lía
Pero yo sólo recuerdo
esas noches de mi vida
cuando entre cuatro velones
Ella tranquila dormía
esperando que su Pedro
adornara sus esquinas,
y por eso con cariño
te escribo estas letrillas
para decirte por siempre
gracias, Pedro, por mi vida
por consolar mis momentos
de penurias y agonías,
por estar cerca, muy cerca,
cuando otros se escondían,
y por ser siempre tan bueno
con la Madre que nos guía,
y quererla con cariño
en las penas, las fatigas,
en las glorias y los sueños
y antes de cada salida.
Por eso, Pedro, tú sabes
que aunque no estés noche y día
Ella te sigue queriendo
como siempre te quería.

Por eso, por todo eso...

Dicen que tus esquinas
las roza el viento
dicen que tus esquinas
las roza el viento,
pero ese dulce perfume
va de nuevo resurgiendo
de cada nuevo nardo
que va prendiendo
las manos del buen César
con sentimiento,
porque en esta vida
todo es cortito
y dura solamente
buenos ratitos,
por eso Tu no sufras
ni te disgustes
que Ella siempre es Ella
fuera de embustes.
Que Ella es la Reina
de los caballas
y mira por su pueblo
vaya quien vaya
en su cortejo
lo mismo con medalla
que con sombrero.
Que Ella es Señora
y Madre nuestra
que nos cuida y protege
de la maleza,
de la maleza extraña
de otros puertos
que vienen con el aire
desde el Estrecho,
y ya sea levante
o sea poniente
Ella será la Reina
de toda su gente,
por eso dicen todos sus caballeros
que sus cuatro esquinas
las roza el viento,
pero bailan con arte y señorío
los nardos y las rosas
tan escogidos
para que luzcas, Madre
cada jornada
como lo que Tú eres
Madre aclamada
la Madre y la Patrona
de esta mi Ceuta
que te quiere y te aclama
como princesa,
como princesa y Reina
de los caballas
y de los que atraviesan
cada muralla
y se postran humildes
ante tus plantas
para sentirse hijos
de la Sultana,
de la Madre y Señora
tan Soberana
que se pasea garbosa
por cada plaza
y luce con orgullo
y con salero
esos corchos con gracia
que puso Pedro.