Días inolvidables

Han concluido nuestras II Jornadas de Ingeniería Informática, Empresa y Sociedad Las Spin-Off como alternativa de emprendimiento para los jóvenes talentos. La prensa local ha dado buena cuenta de ello publicando unas magníficas fotografías en las que aparecen los estudiantes que han presentado proyectos, con sus diplomas, en compañía de las autoridades académicas y locales, y de algunos de los profesores que han participado en las mismas. ¡Inolvidables! es lo que se me ocurre para calificarlas. Por el alto nivel técnico de los conferenciantes, y sobre todo, por su calidad humana.
Ya el primer día, durante el acto de inauguración, cuando comprobamos que el número de asistentes superaba al de inscritos, y que las dos ponencias conseguían captar la atención del  público, nos convencimos de que las jornadas iban a cumplir con su objetivo principal de ilusionar a los estudiantes. Y justamente esto es lo que ha ocurrido. Contemplar las caras de sorpresa y admiración de los participantes, cuando escuchaban las experiencias que nos iban contando los representantes de estas empresas de alta tecnología y conocimiento, nos producía una enorme satisfacción a los organizadores. Pero no menos cara de sorpresa pusieron estos ilustres visitantes cuando escuchaban las explicaciones de nuestros estudiantes presentando sus proyectos e ideas.
Sería prolijo relatar todo lo que allí se habló. Pero hubo algo que me llamó poderosamente la atención. Fue el comentario del director de una de estas empresas, que desarrollan su actividad y transfieren el conocimiento bajo la marca de la Universidad de Granada. Me confesó que él no esperaba encontrarse en los estudiantes de esta ciudad tan alto nivel de talento. Esta afirmación, que inmediatamente fue compartida por el resto de profesores de las demás empresas, la hizo el representante de una de las más internacionales de nuestras Spin-Off, que se dedica a la inteligencia artificial y que tiene sede desde hace años en Silicon Valley (San Francisco-California). Esto me llenó de satisfacción, pues es justo lo que sostenemos algunos desde hace años, cuando explicamos a los estudiantes que para desarrollar una buena idea, o llevar a cabo una investigación de altura, no es necesario salir de la ciudad, aunque hacerlo sea aconsejable para conocer otras experiencias y otras costumbres.  
Han sido cuatro días intensos, que hemos aprovechado para intercambiar experiencias de forma sincera. La calidad de las exposiciones y el alto grado de participación en los posteriores diálogos son la prueba de ello. Que los estudiantes hayan podido hablar de tú a tú, por ejemplo, con ingenieros especializados en el diseño de estructuras adaptadas a la fuerza de los vientos y que han colaborado en la construcción de algunas de las más importantes obras arquitectónicas del mundo; o con otros que “acercándose a lo imposible”, son capaces de llevar regadíos a las zonas más insospechadas; con jóvenes talentos informáticos que han conseguido que sus programas estén situados entre las aplicaciones más vendidas de la Apple Store; o incluso con especialistas en Educación, que están colaborando en el diseño del sistema educativo de importantes países emergentes, es toda una oportunidad y una importante experiencia educativa.
Pero también los visitantes han tenido la oportunidad de conocer esta ciudad desde otro punto de vista. Paseando por sus calles. Visitando algunos de nuestros más importantes descubrimientos arqueológicos de la mano de nuestros mejores especialistas. Se quedaron muy sorprendidos cuando nuestro arqueólogo municipal les explicaba que la Puerta Califal es el descubrimiento arqueológico más importante de los últimos 50 años en nuestro país, en torno al que se mueven proyectos de investigación universitaria de gran nivel.  Contemplando los bellos paisajes que se muestran los días de poniente. Comprando especies en la tienda de Musa, o degustando exquisitos pinchitos y soberbios platos de pescado fresco preparado a la brasa en nuestra playa de la Ribera. Experimentando por qué este enclave milenario ha sido el lugar de paso y vínculo entre las tribus del norte de África y otros pueblos del Mediterráneo, y el lugar en el que se han asentado y vivido pueblos y civilizaciones distintas a lo largo de la historia. No es fácil encontrar en un mismo yacimiento la historia de las construcciones islámicas califales de la España del siglo X, mezcladas con restos portugueses, y también romanas de la época de Claudio, o con fortificaciones bizantinas.
Estoy seguro que a este selecto grupo de investigadores y profesores no se les olvidará Ceuta, ni su Campus, y que volverán. Como tampoco se les olvidará a los estudiantes que han participado y a los que la Oficina de Transferencia de los Resultados de la Investigación de la UGR, les va a seguir ayudando para conseguir que sus proyectos se hagan realidad, como les prometió el delegado del Rector. Mis más sinceras felicitaciones a los participantes y al grupo ganador, y una enorme gratitud a todos los que han dejado sus múltiples ocupaciones para acompañarnos durante casi una semana.