La menopausia se diagnostica después de haber pasado 12 meses sin menstruación sin otra causa fisiológica o patológica que lo justifique. Cuando el ovario agota su capacidad de producir hormonas se produce la menopausia con toda su sintomatología incluida la incapacidad de procrear.
Es el estadio final de lo que se llama la “transición a la menopausia” donde se producen cambios característicos en el ciclo menstrual como que el tiempo entre reglas se alarga, y cambios de los niveles de las hormonas que pueden ocasionar los síntomas características del déficit de las hormonas ováricas, como los “sofocos”. Según el Dr. Ruiz “Llamamos climaterio o síndrome Climatérico al conjunto de síntomas que aparece coincidiendo con la menopausia, provocados con la falta de las hormonas que se producen en los ovarios, fundamentalmente los estrógenos.
Las consecuencias a corto plazo de este déficit de estrógenos son los que llamamos “Síntomas Vasomotores”, entre los que se encuentran los sofocos, sudoraciones, palpitaciones, parestesias, insomnio, vértigo o cefaleas. Son síntomas que en Europa aparecen en un 75- 80% de la población, no así en Asia donde solo aproximadamente el 20% padecen esta sintomatología tan molesta y a veces incapacitante”.
El Jefe de Sección de Ginecología y Obstetricia ha explicado que a medio plazo, la falta de estrógenos provoca atrofia en el tejido urogenital, sobre todo en la vagina. Esto provoca picor, sequedad, sangrado, aumento del flujo, dolor con las relaciones, así como molestias urinarias. A diferencia de los sofocos esta sintomatología no mejora con el paso del tiempo. A largo plazo, el déficit de estrógenos puede provocar Osteoporosis, que es un trastorno del hueso caracterizado por la pérdida de resistencia ósea, y que como consecuencia produce un aumento de riesgo de fracturas.
El tratamiento de la menopausia tanto desde el punto de vista de los síntomas climatéricos (sofocos) como de los síntomas relacionados con la atrofia urogenital, depende de la intensidad de la sintomatología que la paciente presente, por lo que sería necesario, e incluso imprescindible si la sintomatología disminuye la calidad de vida o incapacita para una vida normal.
Respecto a los antecedentes ginecológicos que pueden influir en la sintomatología de la menopausia, el Dr. Ruiz destaca que cualquier patología ginecológica benigna o maligna que traiga como consecuencia la extirpación de los ovarios, provocaría una menopausia si la mujer aún no lo era, menopausia que aparecería de forma brusca.
Otro aspecto es la patología oncológica, que como consecuencia de los tratamientos médicos pudiera provocar una alteración en la producción hormonal de los ovarios. En cuanto a la edad de aparición más común de la menopausia, en la población normal, la menopausia aparece con una edad media de 50- 51 años, aunque al menos el 10% de las mujeres de la población normal comienzan con
menopausia a los 45 años.
El 95% de las mujeres comienzan con menopausia entre los 44 y 56 años. Además, también existe la menopausia precoz, que se define como aquella que acontece antes de los 40 años. La mayoría de las veces, tiene un inicio espontáneo y su causa es desconocida, aunque se han llegado a identificar causas genéticas, autoinmunes, metabólicas e infecciosas.
Otras veces, puede presentarse tras determinados tratamientos médicos, quirúrgicos o radioterápicos. En estas mujeres con menopausia precoz que no tienen deseo reproductivo es muy importante establecer un tratamiento de reemplazo hormonal, si no está contraindicado, hasta al menos la edad de 50 años. Si la mujer aún no ha completado su descendencia hay que recurrir a técnicas de reproducción asistida donde se incluye la donación de ovocitos de los que carece la mujer con menopausia precoz ya establecida. La menopausia precoz tiene una incidencia entre el 1-4%.
Referente a la duración de la menopausia, el Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario apunta que “ ya es una situación hormonal que se mantiene. Distinto es que algunos síntomas, fundamentalmente los precoces como los sofocos, se alivien y disminuyan con el tiempo.
Parece prudente que una paciente que esté realizando un tratamiento hormonal sustitutivo para tratar la sintomatología tan molesta de la menopausia, este lo mantenga durante 5 años si lo tolera bien y no presenta contraindicaciones ni efectos secundarios, y a partir de entonces se replantee el tratamiento, pasando a otras medidas locales como pomadas para la atrofia genital, o tratamientos no hormonales para la osteoporosis, etc”.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Menopausia el Dr. Ruiz apunta que “Es importante que la mujer sea consciente de que la menopausia es un momento de intervención para la mejora de calidad de vida. Para ello debe tomar una actitud activa acudiendo a su médico cuando aparezcan los síntomas, siendo este momento una oportunidad para evaluar los factores de riesgo de las enfermedades más comunes en esta etapa de la vida, como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, incontinencia urinaria o patología maligna.
También es un buen momento para insistir en tomar medidas preventivas para mejorar la calidad de vida como dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, seguir una dieta saludable, así como realizar los chequeos adecuados para la detección del cáncer”.