Como cada 8 de marzo es momento de celebrar la conquista de derechos para mujeres en todo el mundo y los avances en igualdad, pero sobre todo es un día para poner de manifiesto los logros que aún nos faltan por alcanzar. Porque las desigualdades que todavía padecen millones de mujeres y niñas son sobre todo evitables y la consecución de sus derechos alcanzables.
El Día Internacional de las Mujeres nació con un carácter eminentemente obrero, y a pesar de que ha pasado a ser una jornada de reivindicación de derechos en todos los ámbitos ninguno de ellos podemos decir que está plenamente alcanzado. En cada rincón del planeta millones de mujeres salen a las calles para alzar su voz por una sociedad más igualitaria. En algunos, las mujeres demandan derechos tan básicos como acceder a la educación, al trabajo o la política y en otros hacer oír sus reivindicaciones por un modelo social más justo y democrático, que promueva políticas económicas igualitarias, empleo de calidad, lucha contra la pobreza, la desigualdad o la violencia de género.
A la obligación real que tienen los gobiernos de conseguir una Ciudadanía Plena, donde todas las personas disfrutaran al menos de una vida en igualdad de condiciones, mediante políticas activas que traigan aparejadas inversiones adecuadas; queremos instar a toda la sociedad a que no cese en su compromiso de lograr dicho fin. Y la única manera de hacerlo es siendo plenamente conscientes de que no existe aún IGUALDAD REAL.
Y no existe porque el balance laboral que hacemos en nuestro país nos evidencia también la destrucción de empleo aparajeada a una estrepitosa caída de la tasa de actividad femenina, la precarización absoluta de los empleos existentes o el incremento de las discriminaciones laborales como la brecha salarial, y por tanto un agravamiento de la exclusión social de las mujeres y un aumento de la feminización de la pobreza. No existe porque la presencia no es paritaria en todos los órganos de representación y decisión del conjunto de las estructuras sociales y económicas, porque no se fomentan las medidas de conciliación y corresponsabilidad ni la protección social a las mujeres, y fundamentalmente porque la violencia de género sigue ocupando el mismo y desgraciado escalafón año tras año.
La igualdad real llegará cuando todos y todas seamos conscientes de que es un DERECHO. En manos de todos y todas está el sensibilizar a la población más joven, y convertirles en el motor del cambio hacia una sociedad más igualitaria, justa y democrática. En este Día Internacional de las Mujeres, la Federación de Mujeres Progresistas considera que ya no hay excusas posibles para que toda la sociedad ACTÚE.