Ya son 34 los días de confinamiento en las casas. Jornadas complicadas en las que hay que buscar alternativas simplemente para no caer en la desesperación. Hacerlo de manera responsable es la clave para que la desescalada pueda llevarse a cabo sin problemas y se salga de la actual situación cuanto antes. Los que no entienden de controles, de medidas y de respeto a las reglas deberán aprender aunque sea a costa de sanción. Desde que se inició el estado de alarma, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en coordinación con la Policía Local han impuesto un total de 2.301 propuestas de sanción y detenido a 23 personas. La
Delegación del Gobierno lo deja claro: todas estas sanciones son por no respetar la orden de confinamiento y las multas más bajas alcanzan los 600 euros. Son propuestas que están tramitándose de manera diaria por la Delegación y remitiéndose por correo a los infractores. No es un broma. Se hacen controles precisamente para evitarlos, aunque la ciudadanía que sí acata las órdenes reclama que se hagan más y por toda Ceuta porque, denuncia,
se sigue viendo demasiada gente por la calle. Hay barriadas que, por el contrario, sí se levantan más desiertas que otras. Solo se aprecia el desarrollo de las actividades consideradas esenciales o las que se han permitido desde esta semana.
Es el caso de las actuaciones en la frontera del Tarajal. Cerrada a cal y canto, sin tráfico, casi un auténtico espejismo nunca soñado: ¿trabajar sin presión en una línea marcada tradicionalmente por las avalanchas y los cortes intermitentes? Nadie lo hubiera pensado pero
la llegada del coronavirus y los cierres del paso que comunica la ciudad con Marruecos han llevado a esta situación ni siquiera prevista en los planes más ingeniosos de emergencias. El día 34 de confinamiento deja escenas como las escasas conexiones de barcos que enlazan Ceuta con Algeciras, reducidas a las más básicas para garantizar el ajustado tráfico que hay de personas y de mercancías. Siguen tachándose fechas en el calendario en torno a una situación difícil de entender pero necesaria.