Las
situaciones de riesgo siempre están presentes en la vía, sin embargo las rotondas o glorietas representan
un peligro adicional, sobre todo por imprudencias cometidas por los conductores, entre los que están también los de Ceuta. De acuerdo con la información que maneja la
Dirección General de Tráfico, “uno de cada tres conductores implicados en siniestros en glorietas cometían alguna infracción”. Esto según las cifras correspondientes al 2020. En función de los datos recabados, han podido identificar las cinco infracciones más peligrosas y al mismo tiempo más comunes que se cometen y que terminan en
accidentes de tráfico que muy bien pueden evitarse. El listado de estas imprudencias incluye:
Velocidad excesiva. En este caso la excesiva velocidad de un coche puede ser la causante de una colisión con otros vehículos que sí entrar a una velocidad reglamentaria, pero que aún así terminan afectados. A lo que se le suma el riesgo que existe para los viandantes que cruzan la calzada en la salida de la rotonda.
No respetar la prioridad. Si un coche entra repentinamente sin ceder el paso a los vehículos que ya se encuentran circulando, es muy probable que la situación termine en una colisión lateral con aquellos que tienen prioridad. A lo que hay que agregar que una frenada brusca puede ocasionar un accidente múltiple.
Cambios continuos de carril. El cambiarse indiscriminadamente de carril es otra imprudencia que puede terminar en un accidente, sobre todo si se hace sin la señalización adecuada.
Salida cruzada desde el interior. Si el vehículo sale de manera directa desde el interior y se cruza por delante de los demás carriles, puede haber riesgo de una colisión con aquellos coches que sí respetan las normas.
Salida sin prioridad al ciclista. Sin un conductor al intentar salir de la glorieta no se percata de la presencia de un ciclista que circula de manera correcta, hay peligro no solo de colisión sino también de un atropello que puede llegar a ser fatal. La recomendación a los conductores sigue siendo la misma, estar atentos y sobre todo respetar las normas para no convertirse en un peligro para otros.