En el transcurso del último mes, tres perros que ya habían sido adoptados han regresado a las instalaciones de la
Protectora de Animales y Plantas de Ceuta. Por distintos motivos,
Eco, Connor y Vega vuelven a quedarse sin un hogar, a la espera de que otras familias quieran adoptarlos definitivamente. En noviembre se cuentan estos casos, pero si se suman otros meses e incluso años atrás tampoco hay que olvidarse de Loki, Niebla o de Kenzo, cuyas historias todavía no han tenido un final feliz, así como otros. La presidenta de la
asociación, Sandra López, destaca que si bien los casos de éxito y de familias que se adaptan son más, con excelentes resultados en los últimos meses y unas 80 adopciones consolidadas en el último año y medio entre los perros del Centro Zoosanitario y de la Protectora, las devoluciones ocurren. “La gente tiene que entender que adoptar no es un impulso ni es un capricho, adoptar tiene que ser una decisión completamente racionada, de concienciación y de implicación, es un paso súper importante y cuando tú adoptas tienes que entender que es para toda la vida”, recalca.
Eco: "Doy cariño. Soy noble y me llevo bien con los perros"
Eco, un mix de malinois con podenco próximo a cumplir un año y medio, no la ha tenido fácil y de ahí su inseguridad y timidez. A pesar de ser un perro muy noble, desafortunadamente no ha tenido la vida que se merece. A Eco lo devolvieron y ahora necesita un hogar. “Todas las noches lloro y cuando me despierto veo que no es un sueño. Creía que era feliz, que me querían. Pero me han dejado en una jaula. No les guardo rencor, y les pido perdón”. Poniéndose en su lugar, así describen su situación en la Protectora. “Me cuesta confiar en las personas, pero cuando sé que no me van a hacer daño soy puro amor. Sé que me está costando adaptarme, a veces me tiro una hora para entrar al chenil. Otras no, pero siempre entro resignado”. Desde la asociación aseguran que estando en una casa puede mejorar, a lo que se suma el compromiso de que se le asigne un educador canino para facilitar la adaptación. “Doy cariño. Soy noble y me llevo bien con los perros”. Así es Eco.
Connor está todo el día arrinconado, temblando y llorando
A la desafortunada lista se suma
Connor el galgo que ya hace algunos años fue rescatado de la Península donde sufrió maltratos “por considerarse que no servía para la caza”. Si bien años más tarde fue adoptado, “su familia lo abandonó en la Protectora de Animales de Ceuta con la excusa de que no tenían sitio en la casa y que no se llevaba bien con los otros animales”, relatan. Esto ha afectado seriamente el estado emocional de Connor. “Se encuentra todo el día arrinconado en una esquina de la Protectora, babeando, temblando y llorando. Ni siquiera es capaz de comer porque siente mucha desconfianza aún”. La petición de adopción de este peludo es urgente para poder garantizar su bienestar y “para comenzar a ser feliz el resto de vida que le queda por delante”.
Vega tampoco ha tenido una vida fácil
La historia de Vega, una mestiza que no llega al año, no es menos triste. Era la única de su manada que no había sido adoptada y que no pudo superar que la separaran de la hermana que le quedaba. Cuando finalmente la escogieron, resultó ser algo de mes y medio, pues transcurrido ese tiempo ya emprendía un viaje de vuelta desde la Península hasta la Protectora. Sandra López cuenta que en líneas generales, los argumentos suelen dar las familias cuando devuelven a un perro son similares: “Me echan y no puedo continuar en la casa, no tengo a donde ir, me cambio de trabajo, me mudo de ciudad, tengo alergia o el perro tiene un problema de comportamiento”.
"Cuando tú consideras al perro parte de la unidad familiar, donde vas tú va tu perro"
La presidenta de la Protectora señala que “cuando tú consideras al perro parte de la unidad familiar, donde vas tú va tu perro, para nosotras no es excusa”, así como tampoco justifican los problemas de modificación de conducta, argumentando que “un perro no siempre viene con un libro de instrucciones”. Insiste en que estos animales vienen “con una mochila de emociones, sentimientos e inseguridades que hay que trabajar”, que van desde protección de recursos hasta ansiedad por separación y miedo, manifestándose en una serie de comportamientos. “Pero en vez de empatizar ,el camino más fácil es de devolverlo”, lamenta. López señala que la gente tiende a idealizar la vida con los perros, sin tomar en cuenta que en el camino hay baches y que así como hay días buenos también los hay malos. “Por eso somos exigentes con las adopciones”. Quienes estén interesados en Eco, Connor y Vega, pueden escribir a la Protectora por WhatsApp al 686734616 o dejar un privado en su cuenta de Facebook. “Se entregan con contrato de adopción, cuestionario previo y compromiso de seguimiento”, indican.