No se salieron con la suya, pero lo intentaron. Contar la persecución que llevó a cabo la Guardia Civil a una narcolancha cargada con 60 petacas de combustible es una cosa, pero verla ya es otra. Y lo es porque se aprecia cómo la coordinación de los agentes de Ceuta y Algeciras tuvo sus resultados: 4 detenidos y de ellos, ya, uno en prisión.
Eso, y que los implicados en este delito de contrabando han perdido la embarcación dotada con 3 motores fueraborda que ocupaban.
En estos vídeos facilitados a FaroTV se ve lo complejo de la persecución, el riesgo constante y el empecinamiento de los detenidos por evitar que dieran con ellos, perder la mercancía que portaban, así como la narcolancha.
Los participantes en la persecución
La persecución la inició el buque de altura Río Sil del Destacamento de inspección Pesquera por Barbate, fue continuada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras desde Tarifa por la Río Navia, hasta ser después apoyados por la patrullera tipo Sierra del Servicio Marítimo de Ceuta.
Entre todos ellos no cesaron la persecución permanente estrechando el cerco sobre la goma hasta conseguir interceptarla en la bahía sur.
Así, con una coordinación medida al detalle en el mar, a cargo de los agentes del Marítimo, y desde las centrales de coordinación COS que también movilizaron a sus patrullas terrestres, se pudo cerrar esta persecución como se debe.
Presión para escapar
No solo con los arrestos que han derivado en condenas, sino también con lo que más daño hace a estos grupos de petaqueros y a quienes los controlan: perder la embarcación.
La presión en el mar esta ahí, la concepción del Estrecho como pista adecuada para el tráfico de drogas a gran escala es permanente, porque se trata de negocios que reportan beneficios.
Los que se mueven al margen de la ley no reparan en atacar a las fuerzas de seguridad, en embestir a la Guardia Civil con tal de escapar. Los 4 detenidos, de La Línea y Algeciras, no se salieron con la suya.