El paso de Bab Sebta,
el lado marroquí de la frontera, se convierte en vía elegida para aquellos que buscan en el
tráfico de drogas una manera rápida de obtener beneficios económicos. Es lo que pensaron dos españoles, de 44 y 46 años, al intentar entrar en Ceuta con 345 kilos de hachís ocultos en el techo de su autocaravana. Atrapados en las colas, fueron finalmente detectados por los servicios de la Seguridad Nacional en coordinación con las autoridades aduaneras. Sucedía este viernes. En un momento de eternidad, de espera y de caos.
Una combinación típica ya en la frontera que sortean a diario miles de personas para entrar desde Marruecos a Ceuta. Los agentes abortaron el pase descubriendo en el techo del vehículo distintos bloques de droga que alcanzaron un peso de 345 kilos de hachís. Los dos detenidos, españoles, son marido y mujer y el vehículo tiene matrícula extranjera. En un comunicado de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) se indica que los acusados fueron detenidos cuando estaban a punto de abandonar el país, afirmando que la operación de registro dio lugar a la incautación de la cantidad de droga cuidadosamente disimulada en cavidades situadas en el techo del vehículo.
Investigación de mayor alcance
Los acusados fueron puestos bajo custodia policial a disposición de la investigación realizada por el Servicio de Prefectura de la Policía Judicial bajo la supervisión del fiscal competente, mientras que las investigaciones continúan para determinar el origen de esta cantidad de drogas y detener a los cómplices de esta operación, concluye la DGSN. Futuro incierto les espera a los españoles, que pasarán los próximos años cumpliendo condena en una cárcel de Marruecos. Les ha salido muy caro el pase abortado, un pase que a diario intentan muchas personas, convertidas en eslabones del tráfico de drogas sustentado por las grandes organizaciones que negocian con la salida del hachís que crece en el vecino país para introducirlo en Europa. Ceuta se sitúa como punto de pase.