La neumática, cuyo patrón era uno de los 15 inmigrantes, intentó escapar de la patrullera de la Guardia Civil. Agentes de la Guardia Civil procedieron en la madrugada de ayer a la detención del patrón de una neumática panelable a motor con la que intentaba cruzar a 14 subsaharianos, y posiblemente a él mismo, hasta la península. El individuo, quien responde a las iniciales L.F., es natural de Gambia y nació en 1988. Está previsto que el patrón sea puesto a disposición judicial hoy.
El Instituto Armado atribuye al gambiano un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros e instruye las diligencias correspondientes. Por fortuna, subrayó la Guardia Civil, el salvamento de los 15 indocumentado por parte de su Servicio Marítimo se efectuó con éxito. Los inmigrantes, todos ellos varones mayores de edad, se encontraban en perfecto estado de salud, informó la Comandancia de Ceuta en una nota de prensa.
En cuanto la balsa a motor fue localizada por una embarcación de Servicio Marítimo de la Benemérita, el inmigrante que ejercía de piloto hizo caso omiso a las advertencias y avisos que los guardias realizaron desde la cubierta y continuó navegando para zafarse de las autoridades.
La Guardia Civil puntualizó que, pese a la temeridad demostrada por el patrón en el transcurso de su huida en mitad de la noche, la hinchable hacía aguas con el consiguiente peligro y riesgo para sus ocupantes por la caída al mar. La persecución controlada por la patrullera española, que mantuvo una distancia prudencial para evitar daños a los tripulantes de la neumática, finalizó unos metros más adelante en aguas del Sarchal y la patera fue interceptada junto a sus pasajeros.
A salvo en tierra, el piloto de la embarcación fue trasladado del Puerto Deportivo al Hospital Universitario por Cruz Roja al presentar un cuadro de hipotermia severa. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, comunicó que recibió el alta en la mañana de ayer tras estabilizarse. La mayor parte de los irregulares manifestaron ser de Malí en la toma de filiación por parte de los guardias civiles, un dato que las autoridades competentes se encargarán de su verificación.
A las 23:30 horas del martes, componentes de la Guardia Civil que prestaban servicio como Operadores de Cámaras Térmicas, denotaron la presencia de un punto de calor, que procedente de Marruecos, se dirigían hacia las aguas de Ceuta, por la zona de la Bahía Sur. Activado el correspondiente protocolo de actuación, se desplazó hasta la zona una embarcación del Servicio Marítimo de la Comandancia de Ceuta, observando que se trataba de una embarcación neumática, dotada de un motor fuera borda, ocupada por 15 personas de origen subsahariano.
La embarcación, como relató la Guardia Civil en su comunicado de prensa, fue finalmente detenida por la embarcación oficial en la zona del Sarchal de esta ciudad, procediéndose de forma inmediata al izado a bordo de los ocupantes de la embarcación neumática, dado el peligro inminente existente para la integridad física de los mismos.
Las asociaciones proderechos humanos desplegadas en el Norte de Marruecos, especialmente en Tánger, Tetuán y Nador, explicaron que detrás de esta travesía desesperada se encuentra el miedo de los subsaharianos a las redadas policiales que se desarrollan en esta región desde el domingo pasado. Es decir, que el cerco que se cierra en torno a ellos les habría obligado a escapar a la desesperada encontrando a un patrón entre la propia comunidad inmigrante asentada en el país vecino a la espera de una oportunidad para entrar en España.
¿De qué calibre son estas detenciones para que provoquen pavor entre los inmigrantes? El discurso oficial, aseguran las asociaciones que protegen los derechos de los indocumentado al otro lado de la valla, es que el acceso a las zonas fronterizas del norte –Ceuta y Melilla– están vetadas para los africanos. Las mismas fuentes sostienen que los documentos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), no se respetan y los procedimientos de expulsión son “más ilegales”, lo cual tildan de “infierno para los derechos humanos”.
Esta detenciones y deportaciones masivas suponen que la policía marroquí, según las ONG sobre el terreno, está rompiendo documentos de ACNUR a personas que tienen protección internacional para su posterior deportación a la frontera con Argelia o su internamiento en centros.
La Guardia Civil, tras tomar los datos de filiación de los integrantes del grupo rescatado en la madrugada de ayer, entregó el grupo a la Policía Nacional para el inicio de la instrucción de los expedientes sobre su situación administrativa en España como paso previo a su entrada en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). La flota de vehículos del Cuerpo Nacional en Ceuta ofreció asistencia para el transporte de los subsaharianos hasta la Jefatura Superior de Paseo de Colón.