La Guardia Civil ha detenido en Ceuta
a otro madrileño de 32 años,
el segundo en 24 horas, implicado en un delito de
tráfico de drogas al ser localizados en el coche que conducía hasta 23 kilos de hachís. La sustancia estaba escondida una de las taloneras del
coche modelo Citröen C4 que conducía el detenido, que será puesto a
disposición judicial este domingo. Los bloques de hachís venían ilustrados con otros dibujos distintos: esta vez con estampados alusivos a la droga o la cara de un hombre con cuernos. La leyenda Bloody Skunk ilustra algunos de esos bloques, término alusivo a una variedad de drogas, a un híbrido resultante del cruce de dos variedades de cannabis con una forma particular similar a un abeto.
Las coincidencias de los pases
Hay varias coincidencias: en los dos servicios antidroga llevados a cabo en las últimas 24 horas los detenidos son de Madrid y llevan el mismo modelo de coche, Citröen, además de tener la droga escondida en huecos. Todo apunta a que la sustancia está siendo abastecida desde un mismo origen, trabajándose
con el mismo tipo de personal para realizar los pases como últimos eslabones del negocio de la droga.
Tal y como ha informado la Guardia Civil, la intervención se ha producido poco antes de las cuatro de esta tarde, cuando agentes que prestaban servicio en el embarque con ayuda del can antinarcóticos detectaron la droga en el interior.
Análisis de la droga
Al desmantelar el coche localizaron algo más de 23 kilos de hachís. El detenido es residente en Madrid y ha quedado detenido por un delito contra la salud pública. Iba solo en el coche, como el otro madrileño detenido el viernes que ya está en prisión preventiva. La droga será remitida al área de sanidad para su análisis e informe al juzgado de guardia.