La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado un marroquí llamado M.M. a una pena de 6 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros como autor de un delito de desobediencia a la Guardia Civil ocurrido en la frontera.
Los hechos a los que hace referencia esta sentencia a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro se produjeron el 31 de julio de 2023 en plena aduana, en el carril de vehículos procedentes de Marruecos cuando un agente de la Benemérita requirió al ahora condenado que debía retornar a su país.
Lo hizo en “multitud de ocasiones”, expone como probado su señoría, ya que el vehículo que conducía modelo Audi A3 con matrícula italiana no reunía las condiciones técnicas necesarias para acceder a Ceuta.
El acusado, lejos de acatar las órdenes dadas, hizo caso omiso a las indicaciones adoptando una actitud “intimidatoria”, llegando a “encararse” y haciendo “aspavientos con las manos” lo que terminó provocando un embotellamiento en el paso fronterizo.
A la hora de dictar condena se ha tenido en cuenta la declaración del guardia civil que ofreció un “relato lineal” de lo sucedido caracterizada por su “firmeza y contundencia”. Así verificó que se había negado a cualquier instrucción hasta el punto de que tuvieron que sacarlo del coche para proceder a su detención debido a su forma de proceder “altiva y agresiva”.
Este episodio duró entre 10 a 15 minutos y provocó que los tres carriles de entrada a Ceuta quedasen paralizados, provocando un colapso. El agente dejó claro que el ahora condenado entendía perfectamente las órdenes y la trascendencia de su comportamiento porque se le explicó con gestos y además otro guardia civil hizo de intérprete.
A ojos de la magistrada lo ocurrido se encuadra en un delito de desobediencia grave y no una mera infracción administrativa dado el lugar en el que ocurrieron los hechos y las consecuencias que se derivaron de la actitud del acusado.
Ese escenario no fue otro que la frontera del Tarajal, “uno de los puntos fronterizos más conflictivo del territorio nacional”.
La actitud del acusado generó un embotellamiento que llevó a tener que cerrar los carriles. Ante la orden precisa dada, el condenado se negó de forma “reiterada, persistente y contumaz a retornar a Marruecos adoptando una actitud agresiva y desconsiderada hacia el agente”.
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