Vuelve a pasar. El mal tiempo genera la atracción de esos jóvenes marroquíes que, sin pensárselo más de lo debido, se arrojan al mar con tal de pasar a Ceuta a nado. En lo que va de tarde media docena de magrebíes ha conseguido la meta, cruzando el espigón del Tarajal y siendo trasladados a la nave del Tarajal. A un lado la
Guardia Civil, que los recoge, llama a la
Cruz Roja y esta los traslada a la infraestructura habilitada para pasar la cuarentena en prevención del coronavirus. Al otro lado los agentes marroquíes que no aceptan a estos inmigrantes a pesar de ser testigos de la entrada en el momento. Que los acepten ha pasado a ser algo casual o anecdótico, no suele suceder. Esta tarde ha sido uno de esos días en los que el ‘no’ ha predominado. Los agentes marroquíes, armados, no han aceptado la entrega. Se ha repetido así la misma historia, recogida en vídeos como los ofrecidos por FaroTV con imágenes grabadas en Ceuta pero también en Castillejos, de donde partían estos jóvenes, con o sin trajes de neopreno según las circunstancias.
Todas las salidas tienen la misma nota común y todas ellas van acompañadas de los mismos protagonistas: los que se arrojan al mar ajenos a las historias que se publican tanto de auténticas tragedias por los que han sido encontrados muertos o de desesperación, como los que desaparecieron y de ellos, por tanto, nada ya se sabe. Durante toda la tarde la Guardia Civil ha estado interviniendo ante estos pases, haciéndose cargo de los inmigrantes que deben ser filiados antes de su traslado a la nave que gestiona la Cruz Roja. En lo que va de año más de 140 inmigrantes magrebíes han cruzado a Ceuta bordeando alguno de los
espigones fronterizos, o bien el del Tarajal o bien el de Benzú.