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Siete inmigrantes subsaharianos llegaron ayer tarde hasta Arcos Quebrados tras desembarcar de una patera que terminó destrozada. Se toparon con un escenario de colas, retenciones y bloqueos
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Anoche otros 12 inmigrantes aparecían en Jefatura, no se sabe por dónde entraron
Agentes de la Guardia Civil interceptaron en la tarde de ayer a 7 inmigrantes guineanos, tras llegar a bordo de una embarcación hasta las cercanías de Arcos Quebrados. Algunos de ellos presentaban contusiones ya que se golpearon contra las rocas en su intento de escapada. De hecho, algunos intentaron esconderse en una canalización de aguas cercana, por lo que fue más dificultosa su localización. Dos varones del grupo tuvieron que ser trasladados por el ERIE de Cruz Roja al Hospital, al presentar síntomas de deshidratación o por lesiones en una pierna.
La entrada se produjo en torno a las 16.30 horas, en un escenario caótico conformado por un mar revuelto y un espacio fronterizo bloqueado. Los inmigrantes abandonaron la embarcación, de fibra y con una característica muy particular ya que tenía el control en medio del motor, y emprendieron la escapada topándose con una carretera bloqueada de vehículos que soportaban largas y eternas colas. La situación era desesperante para los conductores atrapados y para los inmigrantes que llegaban a una ciudad nueva, desorientados y con lesiones en distintas partes del cuerpo por los golpes en plena travesía.
Cuando los interceptó la Guardia Civil fueron concentrados en el mismo punto activándose la llegada del ERIE de Cruz Roja que tuvo que repartir bolsas de hielo así como ropa seca entre todos. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil se hacía cargo de la embarcación, o al menos lo intentaba, porque terminó seriamente dañada y perdida.
En un principio la Benemérita sospechó que uno de los componentes de la travesía era el patrón, pero no pudo confirmar este extremo y terminó entregando a todo el grupo en dependencias policiales para su posterior filiación. Por su parte, Cruz Roja ha confirmado que en el caso de los dos traslados al Hospital, no era necesario su ingreso. Hasta el lugar tuvieron que desplazarse dos ambulancias de soporte vital básico de la entidad humanitaria.
Las ambulancias tuvieron complicaciones para llegar hasta la zona, como también lo tuvieron las unidades de la Guardia Civil. Y esto fue así porque, como ya se ha convertido en una rutina habitual, el entorno fronterizo se había convertido en una auténtica ratonera, en un callejón sin salida, en una zona inviable para el tráfico de vehículos, con coches de particulares atrapados al igual que camiones de mercancías. Era imposible la comunicación así que muchos de los conductores terminaban por intentar darse la vuelta produciéndose enfrentamientos debido a la posibilidad de que se sucedieran accidentes de tráfico así como la pérdida de nervios.
La entrada de esta embarcación es la primera que se produce por vía marítima desde hace semanas, pero en la misma jornada de ayer se produjeron al menos dos salidas más de embarcaciones a las que se les ha perdido el rastro en el Estrecho. Se sabe que partieron de aguas marroquíes pero todavía no se ha producido ni llegada ni rescate.
Al cierre de esta edición, once varones subsaharianos y una mujer se presentaron en la Jefatura Superior de Policía. Se desconoce la vía de entrada pero la Guardia Civil estaba rastreando la costa ante la posibilidad de que hubieran sido abandonados por el piloto de alguna embarcación. Cruz Roja les atendió comprobando que se encontraban en buen estado de salud.