Desembarco de inmigrantes entre bañistas

Jornada de presión en mar y vallado.  La Guardia Civil detuvo al patrón que pasó a 14 inmigrantes, todos subsaharianos a excepción de uno de Bangladesh, en patera; horas antes se atendió a una pareja que resultó herida al saltar el vallado y que está ingresada.

Catorce inmigrantes consiguieron llegar en la mañana de ayer a la playa de Juan XXIII, lo hacían poco después de que en otro escenario completamente distinto, el vallado, se atendiera a dos subsaharianos que, heridos, habían logrado saltar el perímetro dejándose la piel en las concertinas. Así se presentaba la jornada festiva de San Antonio en Ceuta, con los servicios de Guardia Civil y Cruz Roja activados ante una presión migratoria que nunca cesa.
La jornada comenzaba cuando aún no habían dado las nueve de la mañana. Guardia Civil atendía en el vallado a dos subsaharianos que presentaban lesiones. Uno, fractura de la primera lumbar al precipitarse desde lo alto de la valla. El otro, heridas en sus manos, al agarrarse en las concertinas. Los dos fueron trasladados urgentemente al Hospital en donde tras ser intervenidos quedaron ingresados. A la misma hora se presentaba en las dependencias de la Policía un menor, del que se desconoce la vía de entrada, que se encontraba bien de salud.
No había terminado la atención en el clínico cuando el Servicio Marítimo de la Guardia Civil conseguía bloquear la escapada de un  marroquí a bordo de una patera de madera a motor con la matrícula borrada. Acababa de desembarcar a 14 inmigrantes en la playa de Juan XXIII, ante la mirada sorprendida de los bañistas que allí se congregaban. Su intento de escapada no resultó, siendo trasladado a las dependencias de la Comandancia acusado de un delito contra los derechos de los extranjeros, decomisándose además la embarcación para su posterior estudio por parte de Policía Judicial. Se trata de un marroquí de 33 años nacido en Castillejos llamado I.A.M.
En el grupo había una mujer y todos eran subsaharianos salvo un joven natural de Bangladesh que había conseguido hueco para esta travesía. En buen estado de salud, fueron cobijados bajo una de las sombrillas de la playa por los componentes de la Benemérita hasta la llegada del ERIE de la Cruz Roja, encargado de comprobar su buen estado de salud salvo casos de cansancio o leves hipotermias.
Tras su filiación fueron trasladados por la propia Cruz Roja hasta las dependencias de la Jefatura Superior para tramitar su posterior ingreso en el CETI.
Sobre el arenal de Juan XXIII los bañistas asistían sorprendidos a un episodio de inmigración de los que están acostumbrados a ver en los medios de comunicación pero no conocer en primera persona. Algunos de los caballas que se encontraban en la explanada entregaron botellas de agua fresca a la Benemérita para que los inmigrantes pudieran beber antes de la llegada del ERIE. Ya más calmados y reanimados efectuaron las primeras llamadas con sus teléfonos móviles, avisando de esta manera de su llegada con suerte a la ciudad.
En los últimos días la presión directa sobre Ceuta por mar está siendo menor, ya que se están registrando más entradas por el vallado, dejando a varios inmigrantes con heridas que sufren al rozarse con las concertinas. Así, tal y como informaba el domingo El Faro, en la mañana del sábado se produjo el pase de 3, uno de ellos herido.

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