La policía italiana ha detenido este lunes a 15 personas implicadas en una red que producía y distribuía en Italia grandes cantidades de droga importada desde Marruecos y España y que era introducida a través de la frontera franco-italiana oculta en camiones cargados con árboles frutales o baterías de automóviles.
Las investigaciones realizadas por la Guardia de Finanzas (policía financiera) de Pisa han permitido identificar la existencia de “una estructura delictiva estable” gestionada por una familia de origen marroquí que, al residir entre Italia, España y Marruecos, había logrado introducir ilegalmente 1.300 kilos de hachís comprado en el país vecino.
La organización criminal, compuesta por 18 sujetos, entre ciudadanos marroquíes, afganos, españoles, senegaleses e italianos, importaba la droga de España a Italia usando vehículos articulados con placas de matrícula española, indicó la Guardia de Finanzas en un comunicado.
Los vehículos de gran tonelaje eran “conducidos por conductores ‘correos’ cómplices que utilizaban el paso fronterizo franco-italiano de Ventimiglia, con cargas de cobertura, como árboles frutales o baterías de automóviles”, añadió.
Con base operativa en Bérgamo
La red se valió de una sólida base operativa en la provincia de Bérgamo, en particular entre las localidades de Dalmine, Stezzano y Osio Sotto, donde se encontraba el lugar de almacenamiento del narcótico, una granja de quesos, cuidadosamente vigilada.
A la asociación criminal se le imputa la importación ilegal de unos 1. 300 kg de hachís, que habría generado unos 4,5 millones de euros en el mercado, que habrían sido transferidos directamente a España desde uno de los promotores de la asociación, a través de intermediarios financieros ficticios.
Las 15 personas, detenidas diferentes provincias del país transalpino, Brescia, Bérgamo, Bolzano y Bolzano, están acusadas del delito de asociación para delinquir con el fin de producir, poseer y traficar ilícitamente con material psicotrópico, con el agravante de transnacionalidad.