Con la detención de siete personas de origen marroquí en Murcia, efectivos de la Policía Nacional han logrado desmantelar una banda criminal que se dedicaba a facilitar documentación falsa a menores inmigrantes que ingresaban a centros habilitados en Las Palmas de Gran Canaria tras su entrada a la isla de Lanzarote en patera.
Tras una estadía en los centros habilitados para los menores extranjeros, los inmigrantes se escapaban y contactaban con estos sujetos “que les ofrecían la posibilidad de llegar a la península”, de acuerdo con lo indicado por las autoridades.
Los implicados se encargaban de suministrar todos los medios necesarios, no solo la documentación sino también los billetes de viaje. Mientras que los familiares regentaban varias agencias de viaje y locutorios que utilizaban para facilitar los billetes de avión.
Los miembros de la banda criminal realizaban los pagos y las reservas de estos vuelos.
Como parte del modus operandi, una vez realizado el viaje, les retiraban la documentación falsa a los menores “dejándolos en una situación de indefensión que empeoraba su condición actual”.
Ante esta situación, eran las propias víctimas las que se presentaban ante autoridades policiales peninsulares para así “poder ingresar nuevamente en los centros habilitados para su acogida”.
Esta red criminal, integrada por ciudadanos de origen marroquí, “se aprovechaba de la situación precaria en que se encontraban los menores para lucrarse”.
Como parte de las investigaciones se determinó que los familiares de los menores eran los que se encargaban de pagar a los responsables de la organización una cantidad que fluctuaba entre 1.000 a 2.000 euros por persona.
También se pudo conocer que movidos por la presión policial, los integrantes de la red cambiaban el itinerario de acceso a la península , en un intento de continuar su actividad delictiva, llegando a utilizar la ruta de los Balcanes vía aérea desde Marruecos a Italia o Francia y trasladando a los menores en camión desde estos países hasta su destino en España, sufriendo la consecuente penalidad del viaje.
El operativo, bautizado como Operación Celsius, comienzó cuando se detectó “una elevada tasa de menores extranjeros no acompañados de origen marroquí que, una vez llegaban a diferentes provincias de la península, principalmente a Málaga y Madrid aunque también a Valencia y Barcelona, se presentaban ante autoridades policiales sin ningún tipo de documentación e indicaban su condición de menor”.
De acuerdo con lo explicado por los efectivos, se dieron cuenta que tras la llegada peninsular de los menores “se hallaba una organización criminal que vendía documentos falsos a familiares de estos menores”.
La investigación a cargo de agentes de la Policía Nacional se saldó con la detención de siete personas en Murcia por los delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración ilegal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y pertenencia a organización criminal.
Como parte de la operación, que contó con la colaboración de la Oficina Central Operativa Documental Punto Atenas, se llevaron a cabo tres entradas y registros en Murcia con la intervención de 5.500 euros en efectivo, un equipo informático, dispositivos de telefonía móvil, pasaportes de nacionalidad marroquí y otra documentación relacionada con la investigación.
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