La familia de Rafael González Fernández está desesperada desde que a las tres de la tarde
desapareció de su hogar, en Loma del Pez, sin dar ninguna explicación a su esposa. “Él no sale de casa, nunca va a ninguna parte, sólo a cobrar y a pagar la luz, pero esta tarde se levantó y sin decir nada se fue y no sabemos nada de él”, ha explicado su hija Encarnación.
En el momento en que salió de su casa, Rafael únicamente llevaba cuatro paquetes de tabaco y el mismo número de mecheros. Ni documentación, dinero o teléfono móvil. Iba vestido con un pantalón de chandal azul y una camisa de manga corta blanca con rayas.
Tras conocerse la desaparición de Rafael, toda la familia comenzó una búsqueda desesperada para localizarlo, especialmente a aquellos lugares de los que este hombre de 83 años de edad les ha hablado a toda su familia. “Hemos estado en Benzú, en la playa, en la cantera, incluso en el lugar donde están enterradas las cenizas de su padre y su hermano. Fuimos a todos los lugares que sabemos forman parte de su vida y de los que nos ha hablado siempre, pero nada”.
Encarnación ha apuntado que, si bien su padre es una persona sana que no tiene ninguna enfermedad grave y que únicamente “toma aspirina y pastillas para el colesterol”, en los últimos días han notado cambios en su forma de comportarse. “Se le iba la cabeza, lo notaba como desorientado. Solo de vez en cuando, porque él no padece ninguna enfermedad mental, pero decía cosas que no venían a cuento, no coordinaba”.
La familia ya ha puesto la correspondiente denuncia en la comisaría de la Policía Nacional que ya ha iniciado la búsqueda del desaparecido, una búsqueda en la que también participa su familia porque como bien ha dicho su hija Encarnación “no vamos a parar de buscarlo hasta que aparezca”.