La Policía ha interpuesto, desde el pasado 10 de julio, más de 500 denuncias en Ceuta a personas que no llevaban la mascarilla. De ese grueso, 451 han sido impuestas por los agentes del Cuerpo municipal, mientras que las demás lo han sido por otras fuerzas de seguridad, tal y como ha informado el portavoz del Ejecutivo, Carlos Rontomé, que de manera accidental ha sustituido este viernes en su comparecencia a Alberto Gaitán.
Las sanciones derivadas del no uso de la mascarilla ascienden a 100 euros. Las interpuestas, de momento, aceptan alegaciones por parte de los que han recibido esa propuesta de sanción, aunque todas son personas sorprendidas en la calle sin la mascarilla.
Ceuta, al igual que las demás comunidades autónomas, se sumó al carro de imponer la obligatoriedad del uso de la mascarilla sacando un decreto para que, de no acatarse la orden, se aplicaran multas elevadas. Se ha encomendado a la Policía que controle ese cumplimiento.
El decreto sobre el botellón, casi listo
En breve estará terminado el decreto para controlar el no cumplimiento de las normas en los botellones, después sobre todo de la trascendencia alcanzada por imágenes difundidas de jóvenes cometiendo esta práctica sin mascarilla y sin guardar distanciamiento social alguno. No está terminado el decreto pero sí que el mismo se va a basar en la ordenanza que prohíbe la ingesta de alcohol en la calle, reforzando las sanciones y la vigilancia. En cuanto Sanidad lo publicite comenzará la actuación.
Ceuta es el único punto del país que está libre del virus, después de que Ingesa comunicara este jueves que las dos mujeres que habían dado positivo estaban curadas, después de la práctica de la PCR que corroboraba la no existencia de carga viral. Es por ello que se ha vuelto a una normalidad aunque contenida, porque hay 68 personas que permanecen aisladas y bajo control epidemiológico. Además hay ceutíes controlados y cumpliendo cuarentena fuera de la ciudad. Desde la Ciudad se ha valorado el buen trabajo de la Consejería en este aspecto.
Si bajo desde la plaza de los Reyes hasta el mercado y en 5 minutos veo ¡Cómo mínimo! a diez personas con la mascarilla de collar; si subo por el mismo camino y veo otros 10, y hago ese recorrido dos o tres veces al día, un día detrás de otro, de ser agente de la autoridad podría poner alrededor de 60 multas a 100€ en un rato, al cabo del día ... pero como dice California, es un país de insolventes, de menores a cuyos padres no se les exige la responsabilidad oportuna, de burocracia lenta y de guardias que te dicen (literal) "No puedo estar todo el día poniendo multas", de ahí que sólo se hayan propuesto 500 sanciones. Y lo saben.
Anoche, sábado, botellón cumpleañero en la Ribera, música a tope y por supuesto juventud sin mascarilla, la nacional no apareció y la local a regañadientes. Estaría bien conocer cuantas denuncias se pusieron.
Pedazo de botellón esta noche. Todo el Parque de la Marina hasta arriba. Por cierto, a quien corresponda: los contenedores que hay situados junto al mástil de la bandera son utilizados como retretes, de ahí que por las mañanas todos sus contornos, llegando incluso a la pista de los críos, estén repletos de meadas. Después se exige a los dueños de perros que vayan con botellitas...¡Vaya ciudad que tenemos!
Jajajajaja que bueno, pero si te dás una vuelta y en menos de 2 minutos se pueden ver al menos a 10 inconscientes sin mascarilla. Es muy dificil creer que se está multando.
Como siempre es todo aparentar que se hacen las cosas, muy típico de sociedades que no se preocupan de inculcar el civismo y una buena educación a temprana edad.
Decreto que el botellon los realicen los nenes en sus casas con sus padres y a berrear, chillar y ensuciar.
Asi hacemos vida familiar.
Pues imagino que el decreto contra el botellón tendrá el volumen de "Los episodios nacionales", de Benito Pérez Galdós, por lo menos. Lo digo por el tiempo que se están tomando sus creadores. Para cuando esté listo y se llegue a aplicar, igual tenemos suerte y ya hemos superado la pandemia.
Sólo con aplicar las ordenanzas municipales existentes en cualquier municipio que se precie, ya habría instrumentos legales para luchar contra esta lacra social en que se ha convertido el botellón.
Anoche los bajos de la Marina, helipuerto y alrededores eran un espectáculo bochornoso. Menores desde 13 o 14 años, por su aspecto, y de ahí para arriba, hasta adultos, todos borrachos como cubas, berreando como animales y dando por saco al vecindario hasta más de las seis de la mañana. Del estado en que dejan las pistas y parque infantil, ya mejor no hablamos.
Esto es viejo como el hambre, pero ahora le sumamos eso de la distancia social, el uso de la mascarilla, etc.
Ah! Y los padres de esos "angelitos" con sus conciencias tranquilas durmiendo como benditos.
Señores gobernantes, sigan confeccionando el decreto con toda su parsimonia... No hay prisa.
Ya veremos cuantas de ellas se cobran. Entre los que se declaran insolventes y los que son menores no se cobrarán ni la mitad.