Los tres jóvenes que hasta ahora habían orientado con sus denuncias las diligencias judiciales sobre
el crimen de Ibrahim Buselham el pasado 15 de abril, cuando cerca de la medianoche recibió un
disparo mortal saliendo del
Príncipe Alfonso, se han retractado este lunes ante el titular del
Juzgado de Instrucción número 1 de Ceuta y la Fiscalía. De señalar como autores y organizadores de los tiros a los presuntos líderes de una de las dos bandas enfrentadas en la ciudad, los apodados ‘Piolín’ y ‘Laika’, han pasado a asegurar que fue el supuesto cabecilla de la otra, el llamado ‘Tayena’, el instigador de sus denuncias bajo “amenazas” de todo tipo. El menor de edad que pilotaba la motocicleta en la que
también viajaba Buselham por el puente del Quemadero cuando
le alcanzó una bala en la cabeza y otros dos jóvenes denunciaron la noche del suceso que habían visto a ‘Piolín’ y ‘Laika’ en el escenario del crimen. También que después huyeron por los callejones de la barriada y que identificaron a otro hombre conduciendo un vehículo detrás de los dos niños para, teóricamente, avisar de su ubicación precisa a los pistoleros. Este lunes lo han negado todo. El conductor de la motocicleta ha declarado, acompañado por su padre, según las fuentes consultadas por este periódico, que en realidad solamente vio a “varios” encapuchados a los que ahora afirma que no pudo reconocer en el puente del Quemadero, donde habrían realizado “cinco o seis” disparos, uno de los cuales alcanzó fatalmente a su amigo. Según su versión, huyó, primero a su casa. Posteriormente habría acudido al
hospital, adonde había sido llevado Buselham, y allí se habría encontrado
con ‘Tayena’, que de acuerdo con su testimonio le indicó a quién debía señalar con nombres y apellidos como supuestos autores materiales e intelectuales del suceso.
Los otros dos denunciantes también han aseverado que ‘Tayena’ les “coaccionó” y “amenazó”, incluso “abofeteó” ante las puertas del clínico de Loma Colmenar en las horas posteriores al crimen (han solicitado que se recaben las grabaciones de las cámaras de seguridad de
Ingesa) para consolidar la misma teoría sobre lo sucedido: que había sido obra de ‘Piolín’ y ‘Laika’, que no han comparecido todavía a la llamada de la Justicia para declarar.
Sí lo hizo, la semana pasada,
el otro señalado directamente por los que ahora se retractan, el supuesto conductor de un vehículo que habría seguido a los menores desde el Príncipe con el objetivo de dar cuenta de su itinerario y facilitar que fuesen tiroteados. Tal como informó este periódico, el joven salió como entró del Juzgado antes de desmentirlo todo, sin que ni la Fiscalía solicitase ninguna medida sobre él ni el instructor la acordase. Este lunes se ha preguntado a los retractados si han sido presionados por aquellos a quienes denunciaron para cambiar de versión, algo que han negado, insistiendo que fue el supuesto jefe de la otra banda quien sí lo hizo para que presentasen sus primeras denuncias en el sentido en el que lo hicieron. Durante su declaración han facilitado vídeos en los que uno de ellos es humillado, vejado y golpeado en plena calle de una barriada de la periferia tras ser desnudado. Mientras tanto, la escena es grabada con teléfonos móviles por varios agresores que le propinan puñetazos y patadas, así como audios que probarían las coacciones recibidas. Coacciones que amenazan incluso con ser apresados en
Marruecos si cruzan la frontera por haber sido “falsamente” implicados en operaciones de tráfico de pastillas hacia el país vecino. Los dos jóvenes que afirman que no estaban en el lugar de los hechos y que, por lo tanto, en realidad nada saben de lo acontecido, que figuran en las diligencias como testigos protegidos, han solicitado amparo de las Fuerzas de Seguridad tanto para ellos como para sus familias por “miedo” a las consecuencias que puedan derivarse de haberse retractado. Igualmente han aseverado que no han corregido antes sus declaraciones iniciales por “temor” a hacerlo en dependencias policiales y a las supuestas relaciones de 'Tayena' con ámbitos bien situados.