Uno de los principales problemas de la barriada Sardinero, que se está reivindicado desde hace 3 ó 4 años, es la instalación de una barandilla en la calle Adoratrices para que sirva de apoyo. El presidente de la Asociación de Vecinos (AAVV) de la referida barriada, Mohamed Mohamed, justificó la petición de la barandilla porque, debido a la pendiente de la vía, muchos usuarios corren el riesgo de resbalarse y caer al suelo, “lo que en ocasiones ya ha ocurrido” sobre todo en los días de lluvia.
Para Mohamed, hay que tener en cuenta que al fondo de esa calle se ubica el colegio ‘Adoratrices’ y que se arriesgan a resbalar tanto los alumnos a la hora de la salida -que es cuando caminan hacia abajo- e incluso las personas adultas que van a recogerles que, como se sabe, en muchos casos son incluso de la tercera edad que, últimamente, son quienes recogen a sus nietos mientras los padres de los alumnos realizan sus cometidos laborales.
Otro problema que centra la queja de los vecinos es el lamentable estado que presenta el polideportivo de la barriada, dado que las porterías están rotas y llenas de óxido, lo que podría producir graves daños a los usuarios en el caso de alguna caída. Además, la pista carece de luces por lo que impide que en invierno -que oscurece muy temprano- se pueda practicar algún deporte a partir de las siete o las ocho de la tarde, porque a partir de esa hora los estudiantes -después de sus obligaciones escolares- es cuando disponen de tiempo para acudir a esta zona de actividad.
En referencia a otros asuntos de la barriada, el portavoz de los vecinos sostiene que la vecindad está llena de defectos para arreglar, los mismos que también suelen ser motivo de quejas en otras barriadas, que consisten “en pequeños detalles”.
Mohamed insistió en la necesidad de proceder a los arreglos aunque sean pequeños detalles.