El abandono de animales y la generación de camadas que terminan criándose en los montes ha vuelto a provocar que se produzca un repunte en la presencia de perros asilvestrados. Hay zonas en las que esta situación se ha convertido en un auténtico problema, como es el Monte Hacho. E
n el entorno de la planta de tratamiento de residuos y la EDAR se ha detectado la presencia de un grupo formado por entre cinco y seis perros de distintas edades, que están causando miedo entre los ciudadanos que acostumbran a pasear por el lugar, ante la posibilidad de verse atacados.
El 112 ya ha recibido varios avisos y la empresa Athisa, encargada de su recogida, ya ha logrado hacerse con algunos de estos perros haciendo uso de las jaulas trampa. Estos animales son recogidos después en la Protectora o en la Perrera, según el grado de recuperación que puedan tener, ya que algunos están tan asalvajados que resulta complicado su reinserción en un lugar. No obstante hay muchos perros que han podido salvarse gracias a la implicación, también, de voluntarios de la Protectora, que acuden a diario hasta el lugar para intentar que los perros tomen confianza hasta dejarse coger.
Algunos de estos animales se muestran agresivos con otros perros que van con sus dueños, de ahí que se pide que se tenga precaución con aquellos que tienden a llevar a sus mascotas sin correa.
El abandono de perros trae este tipo de consecuencias. También el comportamiento de algunos ciudadanos que alimentan a los cachorros en vez de permitir su recogida da pie a que esas crías se hagan mayores y terminen asalvajándose aún más.
Los tusos pasan además por calamidades toda vez que no están controlados, pueden exponerse a enfermedades y sufren de ataques de otros perros salvajes que también se enfrentan a ellos. La solución pasa por su captura e intento de recuperación para evitar, además, un problema social y sanitario.