La asociación de trabajadores penitenciarios ‘Tu abandono me puede matar’ ha dado a conocer una nueva agresión sucedida en el Centro Penitenciario de Ceuta, que se produjo este mismo lunes, a la hora del reparto de la comida en el módulo de Ingresos.
Según expresaron en un comunicado, en el momento en el que se estaba llevando a cabo el reparto del almuerzo en dicho módulo, el cual también se ocupa para aislamiento, un interno calificado en el artículo 75.1 (un paso previo al primer grado en muchas ocasiones), arrojó una bandeja metálica en la que se distribuye la comida a un ordenanza, “con la intención de causar el mayor daño posible”, detallan.
Al auxilio del trabajador acudió un funcionario de prisiones, “para evitar males mayores” e intentar salvaguardar la integridad física del ordenanza. Sin embargo, fruto de esta intervención, el funcionario sufrió una agresión por parte de este interno. Según relatan, fue tirado al suelo con violencia, provocándole lesiones en la mano, cadera y pierna derecha.
Según el informe médico, el funcionario llegó al centro de salud presentando un cuadro de ansiedad y angustia “tras referir ser agredido en su centro de trabajo”. Como consecuencia directa de esta agresión, el trabajador se encuentra de baja médica.
Desde esta asociación de trabajadores desean la pronta recuperación de su compañero agredido y advierten que “hoy le ha tocado a él, mañana seremos cualquier otro en cualquier punto de España”. Acusan a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de “manipular” la cifras, presentando a las prisiones españolas como “una Arcadia feliz”.
“La cruda realidad es que nos insultan, escupen, intentan coaccionar y agreden todos los días del año”, insistiendo en que la Administración no ofrece datos veraces sobre lo que ocurre en el interior de las prisiones españolas.
Achacan esta situación a una “alarmante” carencia de personal, concretamente de 3.500 efectivos, y también de medios, solicitando herramientas como las pistolas taser, uniformes funcionales e instalaciones apropiadas.
“Es un agravio retributivo indignante respecto a otros colectivos y nuestros propios compañeros catalanes (casi 700 euros) y un alarmante vacío legal”, reclaman desde esta asociación. De igual manera, este colectivo sigue sin entender por qué los funcionarios de prisiones no son considerados agentes de la autoridad, como el resto de fuerzas de seguridad, los docentes o los médicos.
“Ser agente de la autoridad, con el refuerzo penal que ellos supones y su fuerza disuasoria ayudaría a reducir, que no eliminar, las agresiones que sufrimos”. También reclaman la necesidad de un estatuto propio, dada la peculiaridad y “penosidad” del desempeño diario.
Instituciones Penitenciarias niega una agresión en Mendizábal
A través del departamento de prensa de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias aclaran la supuesta agresión que se produjo este lunes en el Centro Penitenciario de Ceuta a un funcionario. “No ocurrió prácticamente nada”, aseguran desde los servicios centrales, quienes detallan que es cierto que se suscitó un momento de tensión, pero todo se limitó, según la versión de Instituciones Penitenciarias, en un preso que arrojó la bandeja de la comida al suelo.
Niegan que esa bandeja se arrojase a un ordenanza y tampoco que este preso actuase en contra del funcionario. Puntualizan que cuando se produce alguna agresión, dentro del protocolo de actuación se rellena un parte de lo ocurrido y en esta ocasión, aseguran que el mismo trabajador que presenció los hechos no la cumplimentado dicho documento.
Sí coinciden en que el preso, catalogado dentro del artículo 75, estaba en el módulo de ingresos, que estos días ha estado muy concurrido debido a una importante operación que derivó en una decena de ingresos. Tras arrojar la bandeja de la comida al suelo, se procedió a la reducción del reo y se le condujo a aislamiento por este comportamiento. No estaba en compañía de más reclusos, sino que estaba solo en una celda.
Insisten en que lo ocurrido no afectó a la operatividad de la prisión, matizando que este hecho no fue un suceso grave.
En EEUU esto lo solucionan rápido, no hay más que ver cómo tratan a la gentuza de las cárceles. Pero claro aquí en Disneyland eso va contra los derechos humanos y así nos luce el pelo. Que asco!!!!